Capítulo 27

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SAVANNAH:

Me concentré en las hojas blancas de los arboles cayendo por el viento, este bosque era realmente impresionante, además de mágico. Solo se escuchaban como el viento rompía contra los altos árboles y el olor a hierba húmeda inundaba mis pulmones.

— Me alegra verte de nuevo.

Giré rápidamente mi rostro, encontrando a Robert con su peculiar y cínica sonrisa.

— Eres el único alegre aquí.

— Como sea — hizo un ademán —. ¿A que me has citado?

— Quiero aceptar tu propuesta.

Su rostro de pronto había cambiado a confusión.

— ¿Cómo sabes mi propuesta?

— Padre... eres tan predecible, te conozco tanto, hasta sé cómo piensas. Quieres que me entregue a ti y a Maximus, y a cabio me darás a mi hija, ¿me equivoco?

— Me has sorprendido — aseguró —. Y no, no te equivocas. El trato es justo. Vuelves a tu miserable vida al lado de Maximus, claro si sobrevives a él, y yo a cambio te doy a tu hija.

— Quiero que le entregues mi hija a Aisha y que dejes en paz a Marcus.

— Pides mucho a cambio — se burló —. No vales tanto, más vale tu hija.

— Con ella no te metas, Robert — escupí, con rabia —. Tú no sabes lo que soy capaz de hacer. Acepta el trato y te lo demostraré.

— No lo sé... — dudó unos segundos — La manipulación ya no sirve de nada y según tengo entendido tu hija tiene más poderes. Una niña muy poderosa.

— No tanto como yo. Piensa esto Robert... ¿Cuántos vampiros en el mundo tienen el poder de la resurrección?

— Ninguno, desde el último milenio.

— Estas viendo a una en frente de ti y aun no sabes lo que soy capaz de hacer...

Su rostro no tenía expresión alguna más que de intriga y sorpresa, sus ojos me miraban curiosos tratando de descifrar si lo que decía era verdad.

— No puede ser... ¿Cómo nunca nos dimos cuenta?

— Lo ocultaba — me encogí de hombros —, sabía que si lo descubrirías me utilizarías y acabarías conmigo. Puedo darte la vida eterna y juventud, serás indestructible con mi sangre y no dependerás de Maximus. Lo único que destruye a un Vampiro Original es uno mismo.

— Acepto — no lo dudó —. Todos tus seres queridos estarán a salvo, pero tú me darás tu sangre.

— Perfecto — accedí —. Mañana a la noche aquí mismo — señalé el centro del bosque a las afueras del territorio de Marcus —. Quiero que traigas a mi hija contigo o no hay trato.

She is my mate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora