EL ARTE DE SER VILLANA

Resistir a los bajos instintos...

''Mamá no te preocupes no seré impulsiva esta vez, es una ocasión tan importante para mí que me esforzare al máximo para enorgullecerlos'' Soo Youngmi sonrío y se aplicó más maquillaje a la cara ''así que no tienes de que preocuparte'' dijo en un tono consolador mientras se aplicaba un labial lila en los labios.

''Enserio, Youngmi te lo advierto si vuelves a hacer algo tonto te arrepentiras'' el tono de madre Soo sonaba muy amenazante, tanto que hizo que se le pusiera la piel de gallina a Soo Youngmi.

Ella tragó en secó y sintió frío en su columna ¡No haría nada! Ya no haría nada vergonzoso pero....eso cambiaba completamente su plan.

Inicialmente tenía pensado hacer un escándalo en la fiesta para desagradarle a su suegra pero ya no podría hacerlo, era una pena porque habría sido un show muy entretenido.

Después de colgar Soo Youngmi se aplicó una capa de polvo a la cara, al ver su rostro en el espejo ella sonrió con satisfacción. Lucia como la típica villana de novela sangre de perro y como la Soo Youngmi original, tenía un maquillaje espeso en la cara, su delineado era grueso, sus pestañas postizas eran demasiado largas, su labial era de un tono lila intenso que le hacia lucir como una bruja, el rubor en sus mejillas era exagerado y para rematar...todo el maquillaje que uso era de la peor calidad por lo que este estaba grumoso.

Después de terminar de maquillarse arregló su peinado, que no tenía nada que envidiarle a el maquillaje de su cara. Su peinado consistía en un moño alto con rizos sueltos que salían del centro de este dando la impresión de que tenía un paraguas en la cabeza en vez de cabello.

Al levantarse del tocador Soo Youngmi se aliso el vestido, este era lo único hermoso que tenía ella actualmente, el vestido era largo y de seda, tenía un cinturón en la parte de la cintura por lo que la hacía lucir su hermosa figura de reloj de arena, la parte de los hombros estaba hacia abajo dejando a la vista su hermosa clavícula y tenía colgado dos finas capas de tela transparente que se ondeaban al caminar haciendola lucir como un angel.

Por todo esto la apariencia de Soo Youngmi era un arma de doble filo. Si la vieras de espalda te enamorarias al instante de su hermosa y seductora figura a tal punto que podrías ignorar su horrible peinado. Pero si la vieras de frente sentirias una aversión inmediata por su horrible cara.

Pero todo esto no le importaba a Soo Youngmi, no tenía a nadie a quien impresionar además mientras más desagradable parezca mucho mejor para ella, así el bastardo no se enamoraria de ella. Claro ella no pensaba lucir así de por vida, una vez que se divorciara se iría a otro país lejano donde luciria como una completa diosa de la belleza, tanto que ningún hombre se le resistiria y hasta la misma Afrodita se pondría celosa de ella.

Al pensar en su vida de divorciada ella sonrió de oreja a oreja y se agachó para ponerse unos tacones blancos.
Al terminar caminó hacia la cama y jugó con Doyun.

''Doyun mamá será libre...¡Muy pronto será libre!'' dijo mientras lo levantaba y daba vueltas con él en brazos.

Doyun: Voy a vomitar y no es por las vueltas...

El gato se pregunto quien era esta horrorosa mujer ¿Qué le había hecho a su...hermo...ejem...no muy fea mascota humana?

Mientras en la sala de la mansión, un hombre inexpresivo estaba sentado en un sillón mientras miraba fijamente a un tembloroso hombre que estaba parado frente a él.

''Joven maestro ya organice a nuestros hombres para que busquen al director Do'' dijo un sudoroso Gu Beik ''puedo asegurarle que son los mejores en su campo y no fallaran en su misión'' explicó al ver el ceño fruncido de su jefe.

''¿Los mejores en su campo?'' Feng Doyun hizo una mueca de despreció y lo miró con ojos asesinos ''¿porque llamas a los mejores solo para encontrarlo? ¿No sería más conveniente llamar a los mejores para vigilarlo mientras estaba cautivo?'' Feng Doyun lo miró con una expresión feroz que hizo que Gu Beik sienta escalofríos.