¡Trágame tierra y escupeme en Marte!

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"Así que...es así" sus ojos se pusieron rojos y las manos le temblaron "Feng Doyun, durante todo este tiempo ¿Nunca te he agradado? ¿Ni siquiera un poco?" preguntó con  una voz muy débil, era casi como un susurro, pero tenía una pizca de esperanza en ella.

Que inmediatamente fue hecha añicos por la fría respuesta de Feng Doyun "No, todo este tiempo tu presencia no ha sido más que una carga para mí, cada vez que te veía no podía evitar pensar en posibles formas para deshacerme de ti...."

Estás palabras perforaron profundamente el corazón de Soo Youngmi, después de todo lo que hizo y sacrificó por él... ni siquiera la quiere un poco, ni un poco. Ella se negó a creerlo...
Era hermosa, rica y de una familia distinguida, además desde que se casaron se había esforzado mucho por ser una buena esposa, no aceptaba que...ni con todo esto lograba ocupar un puesto en su corazón ¿Por qué? ¡Por esa maldita perra! 

Soo Youngmi ardía de ira, no podía entender que tenía de bueno esa despreciable zorra rompe hogares.
Su mente empezó a crear escenarios ficticios en dónde la torturaria de las maneras más crueles posibles...pero, ni todas las torturas del mundo serían suficientes para calmar su sed de sangre, por lo que solo pudo apretar los puños fuertemente en un intentó de controlarse y no mostrarle su peor cara al hombre que más amaba.

Pero al final, ella falló pues sus emociones pronto se vieron reflejadas en sus acciones, las lágrimas que antes amenazaban con  salir en cualquier momento se detuvieron abruptamente, su expresión antes tensa y con un dejo de tristeza se volvió oscura y llena de maldad. ¡Debía enseñarle a no jugar con una Soo! pensó varias veces mientras retorcidas escenas se reproducían en su cabeza...

Pero estás no duraron mucho porque su última pizca de conciencia extinguió tales pensamientos.

 Ella respiró hondo ¡Debía controlarse! para después levantarse elegantemente de la silla y caminar con seguridad haciendo resonar sus tacones hacia la vitrina de bebidas que había en el despacho de Feng Doyun. Necesitaba tomar algo de lo contrario se volvería loca.

De todas las exquisitas  y caras bebidas en la que sus ojos se pusieron posar, lo hicieron en una botella de vino bastante llamativa pero común y corriente, que estaba en una botella de vidrio rosa, ella la tomó con curiosidad y al verla detalladamente notó  que había una inscripción en la parte de abajo.

Feng Doyun y Su Zara

¡Beba este vino en su boda!

¡Por un felíz y próspero matrimonio!

¿Feliz matrimonio? Ya lo creía, Soo Youngmi quiso reírse a carcajadas por lo patética que era, esperando el amor de un hombre desvergonzado y sin corazó.

Ya  había oído antes de estás botellas, solo se vendían en un solo lugar y a las parejas que iban juntas.

Y no era una compra común pues las parejas debían quedarse a vivir toda una experiencia de más de un mes. Donde se realizaban diferentes actividades en pareja y solo si lograban superar todas recibían el así llamado ¡Vino del amor! 

Ella empezó a rechinar los dientes y apretar la botella con fuerza al imaginarlos a los dos interactuando íntimamente...esto era demasiado, era demasiado.

Feng Doyun se acercó pues empezó a notar que algo no andaba bien con su comportamiento, al hacerlo vió que tenía en la mano la botella por lo que inmediatamente trató de quitársela.

"No toques eso" su expresión se oscureció y entendió la mano para quitársela, pero la mujer fue más rápida.

¡Crag!

EL ARTE DE SER VILLANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora