¡Esto esta mal! ¡Yo debería ser la que intimide!

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"¡Soo Youngmi!" Feng Doyun apretó con fuerza el cuello de la mujer y la jaló hacia adelante, provocando que esta se bajara de la cama.

Al tocar el suelo  Soo Youngmi tembló de frío, pero Feng Doyun malinterpretó este gesto como un acto de terror, por lo que se sintió muy complacido.

"Tienes mucha confianza en ti misma...¿Verdad!" pronunció palabra por palabra con una voz ronca y aterradora.

A oírla Soo Youngmi puso una expresión de duda y entrecerró  los ojos. Confianza en sí misma...si tiene, y mucha, pero ¿Por qué la pregunta? ¿A qué quiere llegar con esto? Y ¿Por qué está tan enojado? ¿Tuvo problemas en el trabajo?...no, la verdadera pregunta aquí es...¡¿Por qué demonios viene a descargar sus frustraciones con ella?!

Ella tenía muchas preguntas en mente, pero no pudo encontrar la respuesta pues el dolor en su mandíbula no la dejó pensar más.

"Doyun..." dijo con voz melosa pero entrecortada por el dolor "¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan enojado? ¿Tuviste un mal día?" Ella lo miró con ojos inocentes y después trató de quitar su fría y horrible pata de perro  de su hermoso cuello de cisne.

Pero ni siquiera pudo tocarlo pues Feng Doyun la aventó con fuerza a la cama y dijo con desprecio "¡Ja! Yo debería hacer las preguntas aquí ¿Qué hiciste hoy Soo Youngmi?" pronunció con los dientes apretados en un tono amenazante, mientras la miraba fijamente desde arriba y se limpiaba la mano con un pañuelo.

"¿Que hice hoy?" Soo Youngmi empezó sudar frío ¿Por qué preguntaba? Será que... descubrió algo ¡Oh no! ¿Será que se enojo porque ella se llevó los currículums? ¡No! Eso es imposible...

"Yo..." Ella vaciló por unos segundos antes de responder "estuve....estuve en casa...¡Si en casa! Tooodo el día" ella enfatizó eso.

Ante esto Feng Doyun inmediatamente se convenció de la veracidad de su conjetura, por lo que pronto se dispararon llamas de odio de sus ojos.

¡Quería castigarla! ¡Ahora! no quería perder tiempo interrogandola así que le mostraría el vídeo para desenmascararla, así ella no podría negar su culpabilidad.

Sin embargo estaba tan furioso en ese momento  que había venido tan deprisa  olvidándose de pasar el vídeo a su teléfono, por lo que no le quedó más remedio que enviarle un mensaje a su asistente para que se lo pasará.

Mientras esto sucedía Soo Youngmi lo miró fijamente con una expresión en blanco ¿Qué pasó para que la tratará de esa forma? Ella no creía que la razón fuera lo que se había llevado, debe haber otra razón...¿Pero cuál? Que cosa sería capaz de hacer enojar a este punto al bastardo. Su cabeza empezó a recordar el libro, exactamente las veces en las que el bastardo perdía los estribos.

Solo hay unas pocas razones: uno, alguien accidentalmente chocó sus palillos con los de él; dos, se encontró con familiares que no le agradaban; tres, alguien dañaba a su hermoso y frágil loto blanco.

Ella reflexionó sobre lo anterior y llegó a la conclusión de que no había hecho nada de eso...a menos que...¡El efecto mariposa!

Ella recordó la trama de una novela, donde la protagonista dañaba por error a la novia del protagonista masculino. 

En esa novela la protagonista chocaba con la novia de un CEO, en eso los boletos de tren se intercambiaban por error, por lo que la protagonista al  notarlo minutos después no diría nada al ver que tenían el mismo destino y solo había un vagón de diferencia, ella pensó que no habría problema con eso.

Pero quién se imaginaria que gracias a eso la chica se bajaría unos segundos después que la protagonista, lo que ocasionaría que se demorará más tiempo en abordar la limusina, esto ocasionaría que se retrasaran aún más por lo que el conductor decidiría tomar una ruta más corta pero muy peligrosa....y...¡Si!

EL ARTE DE SER VILLANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora