EL ARTE DE SER VILLANA

Cletta es un buen nombre...

"¿Soo Youngmi, estás bien?"

"Soo Youngmi, deja de hacer eso, vas a..."

"Soo Youngmi"

Cuando él florero quedó casi al borde de la mesa, Feng Doyun actuó para que la mujer no causará un desastre.

"Soo Youngmi" sostuvo sus manos con enojo, para hacer que dejará de jalar el mantel de la mesa.

Mala idea...

"Feng Doyun... tú" ella vió las grandes patas que cubrían sus delicadas manitas y casi gritó.

¿Por qué sostienes mis manos...? Soy malvada, nisiquiera deberías querer tocarme....¡Acaso te enamoraste de mí...! ¡¡Eso no puede ser posible!! ¡No estamos en una novela de redención de escorias!

Soo Youngmi se levantó de un salto, atrayendo la atención de los presentes, que la miraron con extrañeza. A ella esto no le importo, simplemente se dió la vuelta y salió corriendo como si alguien la persiguiera.

Todo ante la atenta mirada de los invitados que pensaron: ¿Otro berrinche? Su hermano se casará con su peor enemiga, eso era correcto, pero no había necesidad de actuar de una manera tan infantil...

Mientras los murmullos se escuchaban, afuera en un oscuro jardín ubicado en la parte de atrás del hotel, Soo Youngmi se apoyó pesadamente en una barandilla y pensó hasta que la cabeza casi le explotó.

¡Había hecho algo terrible! Había cambiado la historia para mal, se supone que su hermano era un mujeriego empedernido que no le era fiel ni a los principios de la física. Si había una fiesta, en segundos aparecía ahí, podría estar a kilómetros y kilómetros de distancia y aún asi encontraba modos para llegar a tiempo, más...si había una dama que le interesara y que entrara en sus estándares. Lo peor era que a ese granuja no le interesaba que fuera casada, soltera, comprometida, viuda, con hijos, sin hijos, con riqueza o sin riqueza... de hecho su frase era..."No importa, con tal de que sea mujer y bonita"

Y así como era capaz de romper las leyes de la física para llegar a una fiesta, hacía lo mismo para huir de los compromisos. Con una habilidad tal que madre Soo lo amarró en dos ocasiones a una silla, para evitar que escapará de su cita a ciegas... y aún así se escapó.

Siendo así, ¡¿Por qué ahora se casa, por voluntad propia y...con su peor enemiga?!

¿Qué hizo ella? ¿Qué pecado cometió para que todo esto sucediera?

Su hermano se casa con esa víbora y para rematar, vuelve el loco, bueno...ahora no está loco, o no parecía loco...pero en un futuro podría volverse así y....¡Ay no!

No quiere vivir lo mismo que pasó en la novela, no quiere. No niega que fue satisfactorio leer esa parte e incluso se burló del destino de la villana, pero ahora que ella era la villana....¡Ese castigo le parecía muy drástico! Su corazoncito no podría soportarlo.

En esta situación tan complicada el tomar todo el dinero que pueda, huir al otro lado del mundo y cambiarse el nombre a Cletta le pareció una buena, no...¡Una estupenda idea! Sobretodo el nombre de Cletta...

Ja, ja, ja... Cletta...señorita Cletta....jajaja

Si, a ella también le pareció gracioso cuando leyo ese nombre por primera vez en esa novela de mil y un capitulos.

¿Pero porque eligió este nombre?

Por su extrañeza. Sabía que alguien, ya sea su familia o el loco, la buscarían porque por más perfecto que sea su plan siempre quedaría una pequeña pista que indicara que ella no estaba muerta, eso era lo normal en las novelas.