Blanco y después...¿Cómo llegué aquí?

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"Feng Doyun..."

Su Zara tuvo un extraño sueño en el que su amado Feng Doyun abrazaba con fuerza a Soo Youngmi.

Mientras rodeaba a la mujer con sus fuertes brazos le dirigía una expresión tan cálida que cualquiera que los viera diria que definitivamente eran una pareja hecha en el cielo.

Pero para Su Zara está escena era extremadamente dolorosa de ver. Tanto que no pudo evitar sollozar de tristeza.

"Feng Doyun ¿Por qué amas a Soo Youngmi? ¿Me olvidaste? Ya no recuerdas todo lo que vivimos..."

Mientras susurraba esas palabras ella trató de acercarse a él, pero de repente...en la escena una densa niebla la cubrió, seguida de un frío estremecedor.

Feng Doyun, que antes miraba a Soo Youngmi, levantó la cabeza y le dirigió una expresión fría y enojada.

"Feng Doyun...¿Por qué...? ¿Me olvidaste o...es que acaso quieres poder?"

Su Zara no era fuerte, solo con ver los brazos de su amado rodeando el cuerpo de otra mujer tan vividamente le causaron una fuerte opresión en todo su cuerpo, como si la estuvieran aplastando. Su cerebro, que hasta ahora había reprimido todas sus emociones negativas, no pudo soportar más y colapsó dejando al descubierto todos sus verdaderos pensamientos.

¿Por qué la mira así...? Es tan aterrador...¿Hizo algo malo? Si lo hizo...¡Puede cambiar! Ella puede ser diferente, ella...ella...puede ser mejor que Soo Youngmi. Si lo que quiere es poder entonces se asegurará de hacer crecer los bienes de su familia hasta que eclipsen completamente a los de los Soo...

"Amor, espera...no ames a Soo Youngmi, yo puedo ser mejor...¡No me dejes!"

¿Quiere abandonarla por la baja posición social de su familia? Si es así, ella mejorara...se esforzará y se convertirá en alguien mejor....

"Zara..."

Escuchar su voz fue similar a oír el sonido del viento, sonaba tan plano que no pudo distinguir ninguna emoción en ella. Si estaba feliz, triste o extremadamente enojado ella no lo supo, por lo que continúo llorando y suplicándole que no la dejará.

"¡No! Por favor, deja de abrazarla, no...no...por favor...prometiste quererme ¡Solo a mí!"

Ella se acercó a la felíz pareja con la cara cubierta de lágrimas y ahí, frente a frente, tomó la mano de su amado.

"Feng Doyun...no me dejes" le suplicó.

Pero...algo paso, porque de repente la fuerza con la que Feng Doyun sostenía su mano se empezó a incrementar.

No la rechazó...¿Entonces aún la ama?

Su Zara levantó la cabeza y miró el rostro de Feng Doyun, al instante sintió una estaca clavarse en su corazón.

Todas las falsas esperanzas que tenía se habían esfumado al ver esa expresión burlona y esa malvada sonrisa en la cara de su amado.

"Zara, ¿En serio estás haciendo esto? Me pides que no te deje, aún sabiendo que estoy casado...¿Pretendes ser mi amante?"

"¿Tú amante?"

Ni bien esas palabras salieron de su boca, la opresión en su cuerpo aumentó, a tal punto que sintió que le faltaba el aire.

¿Era esto provocado por el desamor y la decepción? Quizás, nunca había sentido eso...su vida amorosa había sido solo miel hasta ahora, pero...ahora era diferente. Por primera vez sintió las llamadas espinas del amor.

"Feng Doyun, por favor...¿Por qué...? Eres tan malo...eres un malvado..."

Ella no quería ser su amante, ella quería que la eligiera y la acompañará por el resto de su vida ¡No quería estar a las sombras de su esposa, ella quería ser su esposa!

EL ARTE DE SER VILLANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora