¿No querías practicar?

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"Joven maestro...¡La señora robó un Lamborghini y ha estado causando destrozos por toda la ciudad!, ¡Ahora mismo está siendo perseguida  por media docena de patrullas!"

Feng Doyun que  estaba a punto de quitarse la mano de Gu Beik del hombro se detuvo en seco al escuchar lo que dijo y le llevó un cierto tiempo procesarlo. 

Esa mujer....¿Robó un Lamborghini y estaba siendo perseguida por media docena de patrullas? ¿Es eso lo que escucho? ¿Cómo  pudo hacerlo? ¿Por qué? ¡Acaso se volvió loca! ,pensó él mientras miraba fijamente a su asistente esperando que le dijera que solo era una broma o una mentira para evitar que fuera tras Su Zara, pero para su mala suerte esto nunca paso.
Al contrario su expresión se volvía cada vez más sería y preocupada, además su asistente nunca se atrevería a jugarle una broma como está. Por esto él comprendió que la situación era completamente real.

Así que pensó, si esa mujer hizo algo como eso, lo más  probable es que este bajo el efecto de alguna droga o alguna bebida alcohólica, pero quizás, solo quizás ella perdió la cabeza y se volvió loca ¡O peor!...tal vez, solo tal vez... siempre lo estuvo, pero escondió ese hecho bien para poder casarse con él. Tenía sentido pues antes de que contrajeran matrimonio ella actuaba como una persona completamente normal, arrogante, pero eso era normal para una señorita de tercera generación rica que había nacido en una cuna de oro.

 Ahora.... le vino a la mente la escena donde lloraba por un muñeco de peluche y cuando amenazaba a su gato.

'Oh no Tong Tong, quédate conmigo! ¡No vayas a la luz!¡Piensa en tu esposa! ¡¿Qué le diré si te vas?!" recordó el dolor que escucho en su voz, como si ese peluche lo fuera todo para ella. En ese momento estaba cegado por la ira y no pensó mucho en eso, pero ahora que lo hacía no pudo evitar preocuparse. ¿Era normal este apego a un muñeco sin vida?

"Somos un equipo mi querido amigo gatuno, si alguno de nosotros sufre los demás debemos compartir su dolor" su voz maliciosa resonó en sus oídos.

Al recordar todo esto él  no pudo  evitar convencerse cada vez más y más de que la mujer con la que se había  casado tenía algún problema mental. O bipolaridad como mínimo, después de todo sus acciones no eran muy normales que digamos.

Y tenía algo de razón, pues todos pensaríamos lo mismo si viéramos a una mujer  hablando de manera extremadamente cercana con un peluche y un gato, pars después verla en un  auto robado destruyendo media ciudad. Viéndolo desde ese punto, su conjetura tenía sentido.

Sin embargo, así ella esté a punto de explotar media China no era de la incumbencia de Feng Doyun, por lo que simplemente ordenó a su asistente enviar al equipo especial para atraparla antes que la policía lo hiciera y después encerrarla en la mansión Feng, eso hasta que su madre volviera y puedan hablar seriamente sobre la clase de mujer que había seleccionado como su nuera. 

Tal vez pueda aprovechar esta situación para divorciarse de ella... pensó él en sus adentros, antes de correr tras Su Zara y Lenny que lamentablemente ya se habían ido hace unos pocos segundos.

Y cómo  él no  lo sabía busco desesperadamente  por los alrededores sin éxito. Pero aunque sus piernas y ojos estaban concentrados en encontrarlos a ambos yendo de una lado a otro, su mente desde hace tiempo que ya lo había traicionado.
Pues la imágenes de Su Zara sonriendole tiernamente a ese hombre, ya había abandonado sus pensamientos desde hace tiempo, en su lugar otra escena se reproducían una y otra vez, en ella esa mujer estaba al volante, su cabello estaba desordenado por la brisa que entraba por las ventanas abiertas, tenía el maquillaje corrido y conducía el Lamborghini a toda velocidad chocando con todo lo que se tapaba mientras se reía como una lunática.

EL ARTE DE SER VILLANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora