Regalo de bodas involuntario

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''Amor...'' Soo Youngmi restrego su rostro contra el pecho de Feng Doyun mientras lo llamaba cariñosamente, tal como lo haría una mujer enamorada.

Luego levantó su cabeza, apoyó su barbilla en el pecho del hombre y lo miró con ojos brillantes ''Amor....se te cayó mi beso''

Acto seguido ella llevó su mano derecha a su boca y besó su palma ''Mua....'' para después soplar en dirección a él ''fuu'' después de hacer eso ella sonrío muy ampliamente y miró al hombre inexpresivo....ejem, más bien asqueado por tan infantil conducta, que la miraba con el ceño fruncido y una expresión de desagrado en su rostro. Y no era él único.

Soo Youngmi quiso que la tierra la tragara viva pues nunca había hecho algo como eso en toda su anterior vida. Ella siempre pensó que esos  llamados actos de ''amor'' eran dignos de novelas cursis para adolescentes  que suspiraban hasta con el más mínimo contacto entre los protagonistas, por ello siempre pensó que si algún día ella hiciera esto, se encerraría en un sótano con nada más que pan y agua como castigo, y no saldría de allí hasta que la cordura le regresará.

Pero ahora que lo había hecho ¿Se castigará de esa forma? ¡No! Obviamente no...ahora ella se bañaría por 10 años bajo la Cascada Huangguoshu....o tal vez más tiempo, hasta que se le quite esta incómoda sensación de sentirse contaminada por la peste de la cursilería.

Ella estaba tan sumida en sus pensamientos  maldiciéndose a morir en su mente ,que solo reaccionó cuando Feng Doyun la agarró del brazo y la empujó a un lado, esto provocó que ella perdiera el equilibrio y....

''Pum''

''¡Ah!'' Ella cayó de lado, al hacerlo sintió tanto dolor que siseo ¡posiblemente se había dislocado el pie!

Ella hirvio en ira y estaba a punto de regañarlo hasta la muerte cuando ella notó que la tarjeta que antes estaba en su mano derecha había desaparecido. ¿Dónde estaba? Ella no lo sabía, estaba por empezar a buscarla cuando de repente sintió una fría mano rodeando su cuello seguida de una aterradora voz que le helo la sangre.

''¡Soo Youngmi!'' susurró con los dientes apretados ''te lo dije, eres repugnante, a mis ojos no eres más que un molesto trato comercial" al mismo tiempo empezó a presionar cada vez más su cuello.

Soo Youngmi empezó a sentirse sofocada y miró con terror  al tenebroso  e intimidante divorcio hablante, dicen que se llama Feng Doyun pero ella lo llama bastardo.

¿Se enojo solo por eso? ¡Qué no le haría cuando tenga que hacer cosas más viles! Al pensar en ello Soo Youngmi tembló de miedo y trató de engatusar a Feng Doyun.

"Doyun ¿Por qué eres tan malo conmigo?" pese a su intenso miedo, ella continúo actuando como una esposa enamorada "Yo solo...quiero arreglar nuestra relación" dijo con pesar, al instante sintió como él apretaba su cuello con más fuerza.

¡Bastardo! ¡Me quiere asfixiar! Si continúa... tendré que responder y aplastar su punto débil...ejem, puntos débiles.

Pero por fortuna Feng Doyun sólo bufo con molestia y  segundos después la empujó "Soo Youngmi en realidad eres un caso perdido" se puso de pie y la miró  con desprecio mientras se limpiaba las manos con pañuelo que llevaba en su bolsillo "ya te lo deje en claro, así que....la siguiente vez no seré tan amable"

Soo Youngmi quiso replicar ¿Amable? ¡Ja! Si él era así cuando era amable entonces definitivamente morirá de terror cuando él le muestre su lado apático, pero  su réplica no pudo salir de su boca pues se quedo estupefacta al ver su cara...calcada en el elegante y negro traje de Feng Doyun.

Si, su base, rubor, sombra de ojos, labial e incluso una pestaña...todo esto estaba en el traje del hombre, claro él no se había dado de cuenta de esto y no lo habría hecho, pero  la mirada sorprendida de Soo Youngmi delató el hecho.

EL ARTE DE SER VILLANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora