EL ARTE DE SER VILLANA

¡Oye! ¡Ese es mi esposo!

¡Paf!

"¡Ahh!"

"¡¡¡Soo Youngmi!!!"

El aterrador rugido de Feng Doyun fue lo último que Soo Youngmi escuchó antes de entrar en pánico y volverse loca.

¡El bastardo ya viene! No le queda mucho tiempo...

¡Paf!

¡Paf!

Soltó dos fuertes bofetadas que solo lograron aplanar aún más la antes acolchada y suave almohada que había bajo la cabeza de Su Zara. Ella, al ver esto no pudo evitar hervir en ira: ¡Era la tercera vez que fallaba! 

¡Estúpido loto blanco! ¡No esquives! 

¡Paf!

¡Ahh! Otra falla, esto es una completa estafa...¡Su Zara no te salgas del papel!  Se supone que debes ser débil y fácil de intimidar, al menos por ahora, hasta que recuperes la memoria...

Soo Youngmi se frustró, no quería tirar su vida a la basura por nada, después de todo acababa de intimidar a la "querida" del demonio que estaba detrás de ella, así que definitivamente no saldría de esta habitación con pulso, por lo que ella quería al menos morir felíz al haber completado su venganza. ¡No solo su venganza! ¡Ella quería asumir su papel de villana hecha y derecha por una vez siquiera! Tal como lo hacía la Soo Youngmi original del libro.

Y como primera acción quería estampar fuertemente su palma en la fea cara de fantasma con anemia de Su Zara ¡Y no solo eso! También quería humillarla en el proceso ¡No solo humillarla!... Quería verla retorciéndose del dolor....¡No solo retorcerse del dolor! Quería verla llorar a mares...¡No solo llorar a mares! Quería verla suplicar por piedad....¡No solo suplicar! Quería verla postrada ante ella...¡No solo postrarse! Ella quería... quería... quería verla rendida ante ella ¡La villana más hermosa y malvada de este mundo y de los demás! Muajaja....

"¡Soo Youngmi!"

"¡Ay!"

Soo Youngmi gimió de dolor y volvió a la realidad demasiado tarde, pues Feng Doyun ya había logrado hacer a un lado a todos los obstáculos que obstruian su camino y ahora, cual toro pura sangre en un rodeo, arremetió contra la pobre y malvada mujer que tenía delante. Primero sujeto su muñeca con una fuerza destructora y después de un tirón la echo hacía un lado para bajarla de la cama.

Lo que sucedió después con esa loca mujer a Feng Doyun no le importó, de hecho, a nadie en la sala le preocupó su estado, pues todos los presentes tenían sus ojos puestos sobre la pobre y débil Su Zara que había sido intimidada por aquella loca mujer.

"Zara" Feng Doyun fue el primero y el único que la tomó entre sus brazos en un intento de calmar su desgarrador llanto empezó a llamarla con suaves palabras "estoy aquí, no te preocupes estoy aquí. Nadie va a lastimarte" dijo él con una voz suave llena de ternura y preocupación.

Su Zara por su parte se aferró con fuerza a Feng Doyun y escondió su cabeza en el cuello del hombre "Doyun, amor...amor tuve tanto miedo, esa mujer....esa mujer quería matarme"

Su Zara lloró y no se atrevió a levantar la cabeza. Estaba tan asustada, su corazón latía con fuerza y las lágrimas no podían dejar de fluir de sus ojos. El ataque que acababa de sufrir la había dañado mucho psicológicamente.

"Tranquila, estoy aquí, nadie va a lastimarte" Feng Doyun abrazo con más fuerza a Su Zara y acarició su cabeza con ternura. 

Él, al ver el estado de pánico de Su Zara no pudo evitar reprocharse el haberla dejado sola en la habitación, ¡Más sabiendo que esa malvada mujer se encontraba a tan solo cuatro pisos de distancia!.