No. 1.11. Oscuros pensamientos

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Estoy cansado, pensó, nunca había estado tan cansado antes.

La habitación aún huele a sudor y a semen. Se siente tan pegajoso.

Tan sucio.

Cale está en su cama, tan fuertemente abrazado por Rosalyn, como si temiese aún en su sueño, que él huyera. Puede sentir sus pechos desnudos contra su espalda, esa mano delicada descansando en su muslo. Ella es como un animal reptante que lo asfixia para romper sus huesos y comérselo.

Se movió, sus músculos dolían por estar en la misma posición tantas horas. Siseó, encogiéndose sobre sí mismo al sentir esas uñas clavarse en su abdomen. Rosalyn se removió tras él, murmurando dormida.

"Q-Quieto", balbuceo con torpeza. "Se obediente".

Cale cerró los ojos y enterró sus dedos en la almohada, apretando tanto los dientes que su mandíbula dolió.

...empezaba a sentirse como una maldita mascota.

Debería saltar del balcón, pensó para sí mismo con histeria. A esta altura, mis sesos se derramarían en el suelo, no podrían traerme de vuelta, ¡podrías verme! ¡Podrían ver mi maldito cuerpo en el césped y saber que ya no podrán joderme mas! ¡Solo necesito saltar, cuando ella se despierte y tenga que bañarse, son tres minutos y veinte y ocho segundos, puedo llegar, puedo llegar, puedo llegar y saltar y ellos podrán verme!...los n-niños también podrían ve-erme...los niños...mis niños...

Cale tembló y apretó los dientes mientras lágrimas cálidas quemaban sus mejillas como ácido, la sensación de llorar de nuevo era tan angustiante.

Los niños...los niños no...¿Y si los niños me ven? No, no...

Sus dedos temblorosos rasguñaron la almohada, buscando producirse dolor, un dolor agudo pero pasajero que ahogara la agonía en su cabeza que lo atormenta.

Debería...mi lengua, si, mi lengua. Son tres minutos y veinte y ocho segundos, ¿Cuánto tiempo me tomaría ahogarme si muerdo mi lengua? ¿Es tiempo suficiente? ¿Haré demasiado ruido? Se preguntó, estremeciéndose cuando sintió que Rosalyn finalmente dejaba de aruñar su adbomen y empezaba a abrazarlo con más fuerza en sueños.

Cale permitió que Rosalyn lo abrazar, llegando incluso a acurrucarse en su agarre, a rodearse de su calor.

Y entonces presiono la lengua entre sus dientes, sentando la presión hasta que empezó a doler.


Toc-toc.


Se sobresaltó, aliviando la presión en su boca, volteo a ver bruscamente la puerta aún cerrada.

"Humano, ¿Aún estás dormido? ¿Puedes comer conmigo?", la suave voz de Raon regreso a Cale su cordura.

Y sintió culpa.

T-Tanta culpa.

Estaba harto de la culpa.

Joder.

¡Joder!

¡Mierda!

"Buenos días", murmuró Rosalyn, dejó un suave beso en su hombro marcado mientras acariciaba su vientre. "¿Cale?".

"...Buenos días", respondió, inexpresivo. "Raon, espérame abajo y envía a Victoria a atenderme".

"...", Hubo un momento de silencio, se sentía pesado, incómodo. "¿Estás bien, humano?".

"Obedece", fue la respuesta de Cale mientras se sentaba en la cama.

"...Está bien".


El tesoro que con celo protegen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora