No. 1.5. Raon

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Cale le permitía sentarse en su regazo cuando estudiaban, Raon se recostaría contra su pecho, resitando, hablando, explicando cuidadosamente.

También lo hacía antes.

Antes del accidente, a Raon le gusta llamarlo, el accidente, cuando finalmente perdieron el corazón.

Podría considerarse un accidente, ¿No? Un cumulo de circunstancias y promesas vacías de mantenerse a salvó que finalmente los hizo explotar.

Un accidente.

Si, antes del accidente Cale igualmente lo sostendría con los brazos en su regazo, con un libro en las manos, enseñándole sobre el pensamiento de grandes humanos.

Hablándole de moralidad y compasión cómo si fuese algo que Raon fuese capaz de tener.

Pero ahora Cale ya no se quejaba de que Raon era demasiado pesado y le entumecia las piernas.

Recargando la barbilla en su pequeño hombro, Cale habló en voz baja y tranquila, como un arrullo suave que lo adormece, lo hace sentir a salvó. "El hombre se hace a sí mismo, Raon", le dijo. "Del lugar del que vengo hubo un hombre llamado Sartre con grandes pensamientos sobre el amor humano".

"¿El amor?", Murmuró Raon, sintiendo un nudo en la garganta.

"¿Si, quieres saber que pensaba de él?".

Raon se tensó, mirando las letras en el libro que Cale sostenía. "N-No. No quiero", tartamudeó.

Cale alzó una de sus manos y acarició suavemente la cabeza de Raon. "Este hombre pensaba que aquel que quiera ser amado, debe querer la libertad de la otra persona, este hombre creía en el individualismo humano, en su independencia del mundo, Raon, ¿No piensas que es algo hermoso?", el libro cayó abruptamente cuando lo soltó para agarrar el brazo de Raon, que había intentado levantarse y correr. "De ella emerge el amor, decía".

"D-Dejame ir...", Sollozó, agitado.

"Si lo someto, se vuelve objeto", el agarre en el brazo de Raon era débil, una sola sacudida podría deshacerlo, porque Cale no podría soportar agarrarlo siquiera con algo de fuerza. "Y de un objeto, no puedo recibir amor".

Y besó la cabeza de Raon.

"P-Perdón", sollozó. "Perd-don...lo siento mucho, papá".

Los ojos de Cale brillaron con lágrimas mientras abrazaba a Raon. "Lo sé".


















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El tesoro que con celo protegen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora