No. 1. 25.

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Raon se paró ante Ron. Ahora podían verse a los ojos estando ambos de pie, pero, ¿Por qué Raon se sentía tan pequeño?

"N-Necesito tu ayuda...".

Ron lo miró fríamente, la única muestra de su debilidad, fue el leve, casi imperseptible temblor de sus dedos al ver las lágrimas rodar por las mejillas de Raon.

Se parece tanto a Cale ahora, pensó. Parece deliberado, él usando su cara para presentarse al mundo. Que niño tan cruel.

"No llores mientras uses su rostro", le dijo, obligandose a sí mismo a recuperar la calma.

Los labios de Raon temblaron, se sorbió la nariz y limpió su rostro con torpeza. Ron dió un paso al frente le agarró el brazo, lo apartó de su cara enrrojecida y limpió suavemente su cara.

Soy un idiota, se enervó consigo, sus ojos eran duros pero sus manos tan suaves porque era como si fuese Cale llorando frente a él.

"Eres tan grande ahora, ¿Cómo lloras con tanta facilidad?".

Nuevas lágrimas ensuciaron su rostro pero Ron no dijo nada, ni le riñó por no detenerse. Raon respiró temblorosamente.

"Necesito que me ayudes".





][

"¿Nos odias?", Preguntó.

"No".

"¿N-Nos odias?", Preguntó de nuevo.

"No".





][



"No hay flores hoy".

Cale mantuvo su atención fija en el agua, era la primera vez en mucho tiempo que la tina estaba tan escasa de flores que podía verse los pies. Era tan delgado.

Que feo, pensó con el rostro en blanco, su mano descansaba en su muslo, sus dedos se enterraban en su carne, fuerte, más profundo. Que feo. No sentía nada.

¡Slah!

Su mano fue suavemente sujetada, haciendo que se detuviese, levantó la cabeza para encontrarse con la mirada amable de Ron, el hombre había sacado su mano del agua, la sostenía con delicadeza en su propia mano desnuda.

"¿Quieres salir ahora?", La suave voz de Beacrox vino tras suyo, los brazos que sujetaban su cintura se apretaron por un breve momento acercandolo más al pecho del hombre grande. "¿Te sientes incómodo?".

Cale parpadeó, mirando a Ron, centrándose en sus ojos. Tengo un presentimiento, medito, un presentimiento extraño. Se soltó de su agarre con facilidad, estiró la mano y le dió una suave palmada al anciano en la cabeza.

Siento que no te veré de nuevo.

"Te amo mucho", murmuró.

Ron dejó de respirar por un segundo, miraba a su pequeño niño observarlo con esos grandes ojos cansados y tan suaves. Sus propios ojos se llenaron de lágrimas, su boca se curvó en una pequeña sonrisa.

"Te amo, niño tonto", le respondió con una pequeña risa, inclinando la cabeza, permitiendole tocarlo con más facilidad, sujetando con fuerza la mano de Beacrox que descansaba en el borde de la bañera. "Los amo con todo mi corazón".

Cale entrecerró sus ojos, el pecho le dolía, sus ojos ardian...No me gusta, pensó. Este presentimiento tan desagradable, no me gusta.

Sentía que debía decir algo, cualquier cosa que sintiese en este momento, incluso si eso era demasiado sincero o demasiado cruel para decirlo.

El tesoro que con celo protegen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora