La hermana de mi esposo

Un viaje y ¡Mamá!

Keller...

Ya ha pasado un mes desde que Nicolay y su esposa llegaron y desde la muerte de Alessandro. La madre del bebé todavía no aparece y empecé a investigar sobre esto.

-¿Puedo saber el motivo por el cual necesitaban que tuviera todo el fin de semana libre y el lunes también?

-Quiero mostrarle nuestra finca a Darya, desde que estoy con ella no la he llevado ni una sola vez.

-¿Y porque me necesitan a mí? Es su luna de miel no la mía.

-¿No puedo pasar un momento con mi hermana? --Alzo mi ceja—.

-Vaya recordaste que tienes una hermana y no un gallo de pelea ¿Te aplaudo? --Lo miro seriamente-- ¿Cuál es la verdadera razón?

-Bien... Darya cree que necesitas tiempo para ti y decidió invitarte dejándome muy en claro que si no ibas ella tampoco.

"¿Qué ella qué?"

"¿No se supone que me odia?"

-Iré... pero con la condición de que me dejas llevar a mi mejor amiga y a sus dos hijos, si quieres yo me encargo de ellos --Bufa—.

-Está bien salimos mañana a primera hora.

-Ok.

El sale de la oficina de la casa y yo continuo trabajando.

Llega el sábado y me despierto a las 4 de la mañana para ir a nuestra finca; es un viaje de 4 horas así que no quiero salir tarde, quede con Katie que vendría hasta acá y saldríamos a las 6 de la mañana en punto.

Me dirijo a la cuna del bebé, que por decisión de sus rescatistas ahora se llama Selim, lo tomo en mis brazos y bajo con él hasta la cocina para prepararle su primer biberón, él duerme conmigo ya que después de una semana de intentos de que durmiera con Nicolay y su esposa no se adaptó, pasamos la cuna a mi habitación por lo tanto me tocó abrir un poco de mi burbuja de espacio personal para el pequeño.

-Buenos días --Saluda Darya—.

-Buenos días --Le regreso el saludo seriamente—.

Desde ese almuerzo en la terraza no hemos vuelto a hablar; solo con cosas del trabajo o del bebé, llegue a la conclusión de que me odia y yo simplemente la trato con autoridad ya que no quiero más malos entendidos.

Comienzo a darle el biberón al bebé y él me mira fijamente, después comienzo a hacer el desayuno de los tres ya que le di este día libre a mi ama de llaves.

-¿No le echarás veneno cierto? --Miro a Nicolay que entra a la cocina y yo no le prestó atención a su comentario-- Nunca he probado una comida tuya esperemos que no me intoxique.

Mientras dejo cocinando algo en la estufa llevo al bebé para su silla donde come y Darya comienza a darle papilla. Termino de hacer el desayuno y nos sirvo a los tres en el comedor de la cocina ya que tenemos que estar pendientes del bebé.

-Dios cocinas igual que la abuela --Miro a Nicolay y sus ojos brillan por el sabor de la comida-- No sabía que cocinaras tan bien.

Continúo desayunando y mirando mi celular ya que estoy hablando con un cirujano que pidió mi ayuda.

-Tenemos un pequeño problema --Miro a Darya con intriga—.

-¿Qué sucede? --Tomo un poco de chocolate--.

-Nicolay se calló anoche en la ducha y daño la bañera del bebé --Miro a Nicolay y él está completamente rojo—.

-¿Se calló o paso algo más en la ducha? --Doy un bocado de comida y Darya se atraganta-- Yo me bañare con él, me da miedo meterlo a la bañera grande.