La fiesta de Sheperd

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Keller...

-¿Estas bien? --Le pregunto a Darya ya que está caminando raro desde que bajamos la estacionamiento—.

-Sí, pero recuérdame no volverte a llevarte la contraria mientras cogemos --Intento aguantar la risa pero me es imposible-- me alegra saber que darme como cajón que no cierra te resulte cómico.

-Te advertí que me hicieras caso.

-Lo sé, pero no pensé que después de ese oral me fueras a dar de tal manera al termino de llegar a sentir un dolor insoportable por todo mi cuerpo después de terminar --Dice subiéndose al lado del copiloto—.

-Creo que me pase un poco --Enciendo el coche y noto como me fulmina con la mirada-- mira tú no te estabas quejando cuando te estaba cogiendo.

-Es que coges muy rico --Dice y noto por el espejo retrovisor que se muerde el labio—.

-En el camino paramos por una farmacia y te compro un analgésico ¿te parece? --Ella asiente y comienzo a conducir—.

Después de unos minutos paro en una farmacia y le compro el analgésico con una botella de agua, entro al coche nuevamente y ella lo toma, y de paso comienza a tomarse todo el contenido de la botella.

-Perdón ¿Querías? --Me dice después de terminarse toda la botella--.

-No, era para ti.

"Tengo la garganta seca pero esperaré"

"Me debí comprar una para mi"

Después de otros minutos de continuar conduciendo llegamos a la casa de ella y bajamos las dos juntas.

"¿En dónde está ese vestido?"

-¿En qué piensas?

-En donde deje la última vez lo que me voy a poner, pero ya lo recordé.

Le doy un beso y me dirijo a la lavandería y entro en una habitación en la cual hay unos trajes y vestidos.

-¿Esto es tuyo? --Doy un salto ya que no la escuché que viniera detrás de mí--.

-Sí, esta semana lo vienen a recoger solo que se me había olvidado de la existencia de esto.

-¿Por qué?

-Esta ropa solo la utilizo para eventos de la empresa o cosas demasiado importantes --Ella asiente--.

Tomo dos vestidos y salgo de aquella habitación con ella siguiéndome y cuando nos encontramos en la sala notamos que la puerta principal se abre.

-Hermanita, Darya --Darya comienza a caminar después de saludarlo— ¿por qué estás caminando así? --Aguanto mis ganas reír por la cara que ella hizo--.

-Tengo dolor --Nicolay la mira con intriga--.

-¿Por qué?

Yo comienzo a caminar y los dejo hablando solos entrando en mi antigua habitación.

Salgo del baño y comienzo a secarme el pelo con un secador para después peinarme y siento que tocan mi puerta.

-Pase --Veo que es Nicolay y entra riéndose a mi habitación y detrás de él Darya-- ¿Qué pasa?

-Le comenté porque estaba caminando raro y se empezó a burlar.

-No te preocupes él debe terminar peor cuando coge ¿o es que se te olvida por donde es que se lo meten? --Nicolay para de reír y las que comenzamos a reír somos Darya y yo--.

La hermana de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora