Confesión

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Keller...

Después de su estado de trance por haberle comprado la ropa que eligió me comenzó a agradecer y noté un brillo en sus ojos un poco extraño mientras caminábamos. Cuando estábamos por entrar a un lugar que ella vio, un hombre nos para en seco.

-¿Porque tan solas? --Yo intento evitarlo pero noto que Darya se comienza a incomodar—.

-No le prestes atención --Le digo—.

-¿Se van a hacer rogar muñequitas? Las invito a un trago y quizás algo más.

-No queremos --Le digo—.

-Que rico sería tenerlas en mi cama...

-Que rico sería pegarle una paliza si no se larga inmediatamente de aquí, ¿no entiende que es un NO?, pero claro como tiene la cabeza en los huevos que va a saber, debe tener eso más pequeño que su hombría –Habla totalmente exaltada--.

Mi cara era de sorpresa Dios esta mujer como carajos saco tanta fuerza, no cabe duda que es una mujer ruda, la fuerza en su voz y la rabia que demostró en sus ojos me sorprendió demasiado. Después de decir eso ella comenzó a caminar a paso rápido y con rabia, yo solo conserve silencio mientras llevaba las bolsas con ropa.

Entramos al lugar y el temperamento de ella era muy serio, nunca la había visto así.

"¿Porque conmigo es tan nerviosa?"

-¿Estas bien? --Ella tensa su mandíbula—.

-Estoy normal.

-Ya paso respira un poco.

-Que estoy bien --Me mira con un poco de furia después de decir esto y yo conservo silencio-- ¿podrías dejar de molestarme y de seguirme? --Yo retrocedo por lo que me dijo—.

-En serio no te entiendo, primero me tratas bien después me tratas como una mierda, decide porque me confundes, te caigo bien o te caigo mal, pero yo no tengo que estar pagando los platos rotos –Digo seria y ella se tensa--.

-Tú tienes el mismo carácter y yo no te digo nada.

-Pero yo no te trato como una mierda cuando estoy mal y menos por algo que yo no provoque --Su mirada cambia-- estoy cansada de siempre lo mismo por un momento estás bien y después no y créeme eso cansa, te intente entender pero no puedo lo siento pero no.

-No era mi intención hablarte así...

-Nunca es tu intención, pero como veo que no sabes si me odias o me soportas te lo haré más fácil, te trataré diferente...

-No... Por favor no lo hagas.

-¿Que? ¿Te volverás a disculpar y me volverás a lastimar?

"Mierda porque dije que me lástima cuando me trata así"

-¿Lastimar? No lo quiero hacer, no lo controle me desquite contigo.

-Olvídalo --Le digo—.

"Mierda porque me duele tanto cuando me trata mal, así no soy con los demás"

La miro a los ojos y su mirada ya no demuestra rabia si no un poco de tristeza, ella está en silencio mientras me mira.

-Sé que te he lastimado muchas veces, soy consciente y también soy consciente de que ya estás cansada por mis tratos, no quería que te sintieras mal, pero como ese hombre nos trató... como te trato no lo pude controlar y dejé sacar todo de mí.

La hermana de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora