La hermana de mi esposo

Massimo Reynolds

Zimmerman...

Después de hablar unos minutos con Massimo decido volver a mi mesa en la cual se encuentra Elyzabeth y Katherin hablando y tomando.

-Hola –Digo y ellas me miran—.

-Zimmerman –Dicen las dos al mismo tiempo—.

Las miro a los ojos y noto que ellas dos tienen la misma mirada y el mismo semblante.

"Dios se parecen mucho en carácter"

-Creo que es hora de cantar –Dice Katherin—.

-¿Cuál es la canción?

-I love you de Billie –Elyzabeth asiente—.

-Voy a organizar todo ¿sí?

-Bien.

Tomo asiento en el lugar donde se encontraba Katie y noto que Elyzabeth está tomando whiskey y la botella está un poco vacía.

-¿En dónde estaban los niños?

-En la habitación de allá –Ella señala a una puerta—.

-La organización está siendo rápida –Ella frunce su ceño—hace poco iniciaron ¿no? –Ella niega—.

-Hace 2 horas inicio todo.

-¿2 horas? Pero hace no mucho encontraste a los niños.

-Hace una hora los encontré.

-¿Hable tanto con Massimo? –Ella se para de su asiento—.

-Iré a fumar –Dice y se va—.

"¿Está molesta?"

-Esta celosa –Siento una voz detrás de mí que responde a mis pensamientos—.

-¿Disculpa?

-Ella no está molesta contigo esta celosa de él –Dice mirando en dirección a la mesa de Massimo—mira si quieres que la sorpresa de mañana salga bien es mejor que te mantengas alejada de él.

-¿Que? ¿Porque?

-Ella y él no se llevan bien –La miro atentamente esperando a que me diga por qué— si esperas que te diga por qué no te lo voy a decir, es mejor que se lo preguntes a ella.

-Lo hare –Ella asiente—.

-Ahora sí, si me permites voy a organizar todo –Asiento y se va—.

Comienzo a caminar en dirección a donde Elyzabeth fue y efectivamente se encontraba en la entrada fumando un cigarro, continuo caminando y parece que siente mi presencia ya que gira para verme.

-Hola –Le digo y ella inmediatamente bota el humo que tenían en la boca hacia la dirección contraria en la que me encontraba—.

-Hola –Me acerco un poco más a ella así quedando a su lado—.

-Parece que no te llevas bien con Massimo –Ella niega mientras le da una calada a su cigarrillo— ¿se puede saber porque?

-Pienso que si va a ser tu próximo jefe no debería decirte por qué o hablarte cosas deplorables de el –Frunzo mi ceño—.

-¿Próximo jefe? ¿Enserio piensas que le voy a aceptar la propuesta que me hizo? –Ella se encoge de hombros— estoy feliz con el trabajo que tengo además que no es solo de una secretaria ¿crees que no me doy cuenta de los balances que me pasas de la empresa? –Ella me mira sorprendida— no soy estúpida Elyzabeth.