Mentiras

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Zimmerman...

Cuando la junta dio por finalizada pude observar a una señora Francesca no muy contenta y a una Sheperd preocupada al salir de aquella sala de juntas.

Continúe con mi trabajo como lo hago normalmente y después de 20 minutos noto que el señor ¿Robert? Sale rápidamente de la oficina de Elyzabeth con un poco de temor.

"¿Que habrá sucedido en esa junta?"

Decido no molestará a Elyzabeth ya que debe estar un poco estresada así que decido agilizar mi trabajo para salir a mi hora puntual e irme a mi casa a organizarme para la sorpresa que ella me tiene. A decir verdad siento un poco de intriga sobre lo que sucederá esta noche y también un poco de nervios ya que no sé qué esperar de ella el día de hoy.

-¿Vas conmigo? --Siento que Nicolay me habla por la espalda—.

-Sí, déjame término algo aquí y vamos.

-Mientras terminas ahí voy a hablar con mi hermana --Noto un poco de preocupación en su voz-- deséame suerte --Frunzo mi ceño—.

-¿Porque? ¿Está molesta? --El ríe con un poco de nervios—.

-Molesta es poco, está hecha furia.

-¿Tu como lo sabes?

-Mi madre me llamo para que intentará convencer a Elyzabeth de que no aceptará el puesto de directora general --Alzo mi ceja-- estar con ella te está afectando tus facciones --Rodo mis ojos—.

-Es decisión de Elyzabeth si quiere aceptar o no el puesto --El conserva silencio-- dime qué no harás lo que tu madre pide --Le pregunto un poco seria ya que lo veo un poco nervioso—.

-No quiero problemas con mi madre, debería intentarlo por lo menos --Siento que me comienzo a molestar un poco—.

-¿Y eso en que carajos te afecta a ti? Miéntele a tu madre, dile que la intentaste persuadir y no lo lograste --El tensa su mandíbula y me da entender que no viene por lo de su madre estrictamente-- ya veo tus intenciones.

-Voy a entrar --Me paro de mi escritorio—.

-Ni se te ocurra Nicolay --El me mira desafiante y yo hago lo mismo—.

Él toma la manija de la puerta y la gira un poco, antes de que yo lo detenga dejando a la puerta cerrada, él y yo comenzamos a forcejear hasta que al otro lado abren la puerta con fuerza.

-Carajo --Susurramos los dos al mismo tiempo cuando caímos la suelo—.

-Me quieren decir ¿¡qué carajos están haciendo!? --Los dos alzamos nuestra mirada para ver atentamente a Elyzabeth--.

Ella se aleja de nosotros al ver que no le contestamos rápidamente y mientras nosotros nos levantamos lentamente.

-Quería hablar algo contigo pero Darya no me quería dejar pasar --Yo no digo nada ya que estoy concentrada en sus ojos y en su postura—.

Sus ojos no reflejan nada a las otras veces que tiene algún sentimiento, estos se encuentran en un tono rojizo que no logro descifrar que es, su postura es totalmente rígida resultándome un poco conocida pero no logro relacionar en donde la he visto.

-Zimmerman ¿Porque no lo dejabas ingresar? --Noto en su voz frialdad, rigidez, seriedad y algo de temperamento—.

-Porque a lo que él viene no me parece justo contigo --Ella me mira atentamente y suelta un suspiro de cansancio cerrando sus ojos—.

La hermana de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora