La hermana de mi esposo

Aclaremos las cosas

Zimmerman...

-Sigo sin entender ¿Por qué me pides que rechace que seas mi secretaria?

Nicolay me comenzó a hablar desde que Elyzabeth hablo con él y Sheperd al día siguiente que despertó, no sé exactamente ella que les dijo y por más que lo intente Nicolay tampoco me dice algo al respecto, pero por lo menos me alegra el hecho de que el si me hable, ya Sheperd es un caso aparte.

-Porque no quiero dejar de ser su secretaria –Él me mira atentamente—.

En este momento nos encontramos en el comedor desayunando antes de dirigirnos al trabajo.

-Si es una petición de ella tal vez ella es la que quiere que tú no seas su secretaria.

-Ella lo hizo para alejarse de mí, porque pensó que me incomodaría.

-¿Crees que ella va a querer que seas su secretaria después de lo sucedido? Tal vez esa decisión la está tomando por ella.

-O no –Él gira sus ojos— ¿qué? No la pienso perder más

-¿Y si tal vez ya la perdiste y tú no lo quieres aceptar? –Conservo silencio— mira Darya es tu puto problema si quieres terminar herida pero a mi hermana la dejas tranquila por favor, no la lastimes más.

-No lo pienso hacer –El bufa—.

-Deberías pensar que tal vez ella ya no te quiere en su vida –Él se levanta del comedor con sus platos y me deja sola en este—.

*****

Bajo del coche junto con Nicolay y nos espera lo de todos los días, un montón de reporteros obstaculizando el paso para que le contemos lo sucedido con Elyzabeth o el estado en el que está. Franccesco nos ayudó a pasar hasta la puerta del edificio y ya dentro de este pudimos respirar y sentirnos un poco más libres.

-¿Cómo les fue allá abajo? –Me pregunta Sheperd cuando llego al último piso y tomo asiento en mi escritorio—.

-Lo de siempre.

-Hoy sale del hospital –frunzo mi ceño— hoy le dan el alta.

-¿Hace cuánto lo saben?

-Desde ayer.

-¿Porque no me dijeron nada?

-Porque no teníamos el deber de decírtelo, además ella no pidió que te lo dijéramos, antes agradece que te lo estoy diciendo.

-¿Nicolay lo sabía? –Ella asiente— gracias por decirme –Vuelve asentir y se va a su oficina—.

Comienzo a trabajar y despejo mi mente descanso los tiempos que debo y continuo así hasta que se acerca la hora de salir del trabajo.

-Hola.

"El de nuevo"

-Hola –Digo toscamente—.

Giro mi silla para poder verlo y ahí está, un hombre de contextura delgada, 1.80 de estatura, ojos azules, pelo rubio, labios delgados y facciones neutras.

Aquel chico ha estado hablando conmigo desde lo que le sucedió a Elyzabeth, su excusa es que quiere saber cómo estoy y estar para mí en cualquier momento.

-¿Cómo estás?

-¿Muy bien y tú?

-Bien.

-¿Que harás hoy?

-Trabajar y después ir con Nicolay a descansar --Él me mira fijamente— ¿porque?

-¿Quería saber si te podía invitar a unos tragos?