¿No seguía Zimmerman?

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Keller...

-Amor... ¿Ya estas lista? Es para ver si te puedo llevar a la oficina antes de irme al juzgado –Sin respuesta alguna subo las escaleras y entro a mi habitación-- ¿Qué pasa?

-Estaba hablando con tu hermano que está como histérico –Frunzo mi ceño—tu mamá lo está amenazando en divulgar su orientación sexual en las redes sociales y en los medios.

"Vieja loca"

-Parece una adolescente y eso que tiene 60 años –Ella ríe un poco— dile a Nicolay que yo me encargo –Ella asiente y escribe en su celular--.

-Bien, ahora si nos podemos ir –Ella toma su bolso me da un beso y sale de la habitación--.

"Es que la amo"

Siento mis manos más frías de lo normal debido a los mismos nervios, no solo por enfrentarme a un juzgado sino también por la cirugía de Lauren, por la noche casi no concilio el sueño y Darya me tuvo que hacer un té de manzanilla. Darya al notarme acaricia un poco mi pierna y así me intentó calmar.

Después de unos minutos llegamos a la empresa y freno el coche enfrente de la puerta de entrada el edificio.

-Me cuentas como te va y si puedes venir a la empresa o no antes de la cirugía de Lauren –Asiento— todo va a salir muy bien mi amor –Mis nervios me dan unas inmensas ganas de llorar, pero me contengo— Sheperd y yo estaremos para tí en cualquier momento –Ella acaricia mi mejilla y me besa tiernamente—tu puedes cariño –Dice desabrocha su cinturón y abre la puerta para salir— te quiero y ten mucho cuidado.

-Lo mismo te digo –Ella sonríe a esto último y cierra la puerta--.

Mientras me dirijo al juzgado intento llamar a Indira para saber de su existencia ya que no ha contestado mi celular últimamente, llamo al teléfono de su casa y tampoco contestan.

"Merda, perché non rispondi a Indira?"

Dejo mi coche unas calles antes del juzgado y me dirijo a este, a lo lejos reconozco unos cuantos accionistas de la empresa y obviamente a Robert.

-¿Estuvo largo el viaje? –Río irónicamente a lo que Robert me pregunta--.

-50 minutos por el tráfico no es mucho ¿O sí? –El también ríe un poco--.

Como por arte de magia el sol que antes estaba en el cielo brillando como nunca, bajo su esplendor y aparecieron unas cuantas nubes grises.

-Elyzabeth Caroline Keller Mistral.

"Con que por eso se tornó el día feo"

-Massimo Reynolds –Giro mi cuerpo para mirar a aquel hombre atentamente--.

-¿Cómo está la señorita Zimmerman? No he sabido mucho de ella por estos días.

"Sapo"

-Bien, ella se encuentra muy bien.

-¿Cómo se tomó lo de tu accidente? Creo que se pegó un susto que resultó ser en vano y eso me entristece un poco –Yo alzo una ceja-- ¿Sabes? A veces lleva una pregunta a mi mente la cual es ¿Cómo se pudo salvar ella de ese accidente tan aparatoso?

-Hierba mala nunca muere Massimo y tampoco te iba a dejar camino fácil para que te absolvieras de esto –El tensa su mandíbula--.

-Qué triste, ya había comprado la corona de tu funeral –Río un poco—ya tú me dirás si te la envió a tu casa.

La hermana de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora