Sirius Black ha pasado casi toda su vida enamorado de Katherine Lane.
Katherine Lane ha pasado casi toda su vida enamorada de James Potter.
James Potter ha pasado casi toda su vida enamorado de Lily Evans.
Lily Evans... no lleva ni poco de estar en...
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- muy bien, soy toda oídos. - una vez que entramos al dormitorio, cerré la puerta con llave para que nadie pudiera entrar. Esta conversación tenía que ser por completo en privado y sin que nadie mas se enterara. Aparte que la música allá abajo estaba de lo mas fuerte y ocupaba un poco de paz para esta confrontación.
- ¿por qué no tienes compañeras de habitación? - dice viendo de mi única cama en el lugar. Supongo que si ha de ser extraño entrar a una recamara donde claramente tendría que haber mínimo tres camas.- ¿eres tan detestable que nadie quiere pasar tiempo contigo?
- ¿hemos vuelto a una relación donde tú me odias y ya no somos amigos o porque me hablas así? - dije de mala gana y el por fin, se queda en silencio y me mira fijamente a los ojos. Los momentos de silencio pueden llegar a ser tan incomodos que pensé en decir cualquier cosa, pero el se había adelantado.
- no te odio. - dice con completa sinceridad. O al menos eso percibo por como me miraba o como por fin su voz se relajó y no uso nada para atacarme de nuevo. - no fue mi intención lastimarte. Hacer algo que te hiciera enfadar...
- lo has hecho por años. - me mira confundido, no podía entender a lo que yo me refería.- molestarme, hacer cosas para lastimarme. ¿por qué ahora sería diferente? - alcé la voz ya que por la música, hablar en voz baja no era una opción.
- porque he cambiado. - puse los ojos en blanco y eso claro que lo hizo enojar pues, pasa sus manos por su cabello con desesperación y se acerca a un más a mi. Muy seguramente listo para gritarme. - porque te conozco ahora, Katherine. Porque me agradas y porque somos... somos amigos o lo que sea, como quieras llamarlo. He conectado contigo como con ninguna otra persona. - estaba tan cerca de mi al momento de decir esa última cosa que me puse nerviosa. - te aprecio demasiado y ya no busco molestarte.
- ¿entonces por qué decidiste besarme? Sabías que era un tema delicado para mi pues no hace mucho sucedió algo muy similar con Sirius. Decidí abrirme contigo y decirte lo mucho que te aprecio como amigo y... - paso saliva. - haces algo como eso.
- me preguntaste que me haría feliz. - este comentario me hizo enojar, mas que nada porque no sabía cómo contestar ante ello. Me puse nerviosa, me sentí sonrojada y no quería que fuese así. Sin saber que más hacer o decir, decido empujarlo con fuerza. - el que me golpees no va a hacer que cambien las cosas.
- dices tonterías. - volví a empujarle pero claro que no se movió ni un poco.
- yo también te importo. - dice tomando de mis muñecas para detenerme de una vez por todas. - la verdadera razón por la cual tú estás molesta es porque el beso te ha gustado. No puedes comparar el beso que tuvimos con el de Sirius porque tú por el no sientes nada.
- ni por ti. - dije tratando de soltarme de su agarre pero era imposible. - basta, Regulus.
- tu sentiste culpa y miedo cuando Sirius te besó porque sabías que no podías corresponderle pero conmigo sientes enojo porque sabes que te sientes de la misma manera que yo y no puedes admitirlo.- no aguanté más y en el momento en el que logré poder soltarme de su agarré, le cacheteé. A lo que el reacciona y jala de mi cabello. Eso dolió demasiado. Regresé a empujarlo una y otra vez, sabiendo que no servía de nada pero era algo. - admítelo.
