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Dejé pasar la semana, sin tener que pensar o mencionar al idiota de mi ex novio. Claro que podía hacerlo, era muy fuerte en ese aspecto y me ayudaba el que estuviera en clases todo el tiempo para no tener que pasarlo por mi mente. Sin embargo, el mundo entero estaba tan obsesionado con nuestro rompimiento que cada que podían me lo recordaban. De verdad, inclusive el profesor Slughorn se dio cuenta por como es que nos sentamos a extremos del uno al otro en las tardes en el club. Y ni siquiera voy a empezar a hablar de la cantidad de personas que ahora si, encontraban interés en salir con nosotros.

Fácil siete hombres diferentes me habían invitado a salir. ¿La razón? Solo porque les parecía interesante que acababa de terminar con Regulus. Y me parecía estupido que ese fuera su impulsor para buscarme si no lo hicieron por años. Es tan raro todo esto. Y le pasaba lo mismo a Regulus, porque... aun y cuando no he querido saber nada de el, Pandora meh a contado una que otra cosa. Siempre que puede me dice cosas sobre el o su día diario aun y cuando yo no se lo pido. Y lo único que hago es ignorarlo, no contestarle o darle a entender que quiero saber.

Aunque si quiero saber.

En estos momentos, acababa de llegar a la biblioteca como de costumbre para buscar de un libro para la tarea. Mi intención no era quedarme ahí, yo se que es el lugar de Regulus. Solo sería tomar el libro e irme al lago para pasar mi tarde ahí como de costumbre. Pero para mi muy mala suerte, después de once días exactamente sin vernos a los ojos o de decirnos al menos un "hola", nos toca encontrarnos en el mismo pasillo en busca del mismo libro. Claro que si, no lo tengo en duda.

- tómalo, no pasa nada. - dije levantando ambas manos, después de darme cuenta que solo quedaba uno de nuevo. Me voltee para irme pero me detiene tomándome del brazo. - no, en serio no quiero esto ahora.

- solo quería decirte que... el libro es tuyo. Tómalo, en serio. - me lo entrega en las manos y me le quedé mirando. Extrañaba tanto esto, su tacto, su mirada, observarlo, tenerlo cerca. Me rompía el corazón pero de la misma manera, lo pedía a gritos. - ¿cómo estás? - no le contesté de inmediato, quiero decir... ¿qué le decía? ¿Terrible? ¿Extrañándote cada noche deseando poder tenerte de vuelta? - se que han pasado tan solo once días pero... - veo que no soy la única que estaba contando los días. Eso... eso es bueno. - solo quiero saber cómo estás.

- estoy muy bien, Regulus. - era mejor decir aquello aunque no fuera verdad. Prefería que supiera que estaba de maravilla sin el y que no lo necesitaba.

- hola. - una chica de lo mas bonita se muestra donde nosotros estamos y nos separamos de inmediato, al menos yo lo hice. Di dos pasos atrás y nerviosa bajé la mirada tratando de no incomodar en su conversación. Cabello corto, negro, un fleco de cortina y lentes circulares. Muy guapa y con toda la intención de coquetearle a Regulus. - ¿podrías ayudarme a estudiar?

- ahora no, estoy ocupado. - el le dice de mala gana.

- yo ya me iba, ya tengo el libro. - dije honestamente. - no te interrumpo.

- no, no te vayas. - me dice tomando de mi mano y voltee a ver aquella acción de inmediato. Su mano sobre mi mano, esto era demasiado. Muy pronto.

- déjala ir, podemos salir tú y yo y... - veo que por igual el tenía a las chicas detrás suyo. Era inevitable. - te invito a cenar si es que me ayudas con este examen.

- no, no quiero Laura. ¿Qué no lo entiendes? Quiero hablar con Katherine. - le habla de la manera más grosera y entiendo que a él nunca le ha gustado que lo busquen, no soporta el coqueteo, eso lo sé pero hasta yo sentí feo por esa pobre chica. Estaba avergonzada, sus mejillas rojas y no supo ni qué hacer.

LET THE LIGHT IN | REGULUS BLACKWhere stories live. Discover now