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- ¿sabes? Estaba buscando mi ropa para bajar a buscarte porque me imaginé que estabas tomando un café. - Regulus me dice, una vez que me alcanza en la cocina de la casa de su prima. Sonreí al verlo. - pero no encontré mi camisa, así que... he tomado tu abrigo.

- te ves... te ves muy bien. - me reí de tan solo ver como su abdomen estaba del todo descubierto y se encontraba en sus pantalones con el abrigo encima. - muy... muy protegido del frío.

- tu te ves hermosa usando mi camisa. - sonreí ante ello y este se acerca a donde yo estoy, retira la taza de café de mis manos y me carga de la cintura para sentarme en la orilla de la barra de la cocina. - buenos días.

- buenos días. - le di un beso, abrazando de su cuello y acercándolo a mi lo mas posible. Estaba tan feliz, no podía dejar de pensar en l hermoso que fue ayer, como por fin las cosas estaban bien y como antes. Y siento que ahora... ahora sería mas difícil el que quisiera o apartarnos el uno del otro. El pasa las manos por debajo de su camisa y arquee un poco la espalda de lo frías que estaban sus manos pero de inmediato su tacto se vuelve tan cálido y bien recibido cuando lo pasa por mi espalda y va subiendo hasta que toma mis costillas con ambas manos y me acaricia. - necesito comprar algunas cosas... aprovechando que estamos fuera del castillo. ¿Podrías acompañarme?

- ir de compras contigo... eso es nuevo. - lo que el dice, es cierto. Cada año yo salgo con Sirius a buscar los regalos de navidad y de mas, este sería nuestro primer año yendo nosotros dos. ¿Debería invitar a Sirius? No se que tan horrible se vea este cambio tan repentino. - por supuesto.

- gracias. - con la punta de su pulgar, empieza a acariciar de mis pechos, aprovechando que aun tenía sus manos debajo de mi ropa. - ¿quieres café?

- te quiero a ti. - empieza a besar de mi cuello y al este tener su cabeza por fin un poco mas abajo, pude ver a Sirius bajar las escaleras y encontrarnos en esta situación. Hice a Regulus a un lado y me bajé de inmediato de la barra. Mi madre bajó después.

Se que Regulus sintió la misma vergüenza pues, se tapa de inmediato con el abrigo para que no se le viera el torso desnudo.

- hola. - dije apenada y me cubrí las piernas desnudas pegadas a la mesa para que no se vieran. - preparé café ¿alguien quiere?

- tomaré mi café fuera de la casa, gracias. - Sirius dice y toma su bufanda de la mesa, que supongo que ahí se debió quedar anoche. Nos mira una ultima vez y se sale del lugar para dejarnos en el momento mas incomodo a nosotros tres.

- lindo abrigo, Reg. - mi madre dice riendo y me causa mas conflicto saber que no le importa en lo absoluto. Grítame, dime algo pero no lo dejes pasar mamá. Ella se acerca a donde nosotros estamos y toma mi taza de café. - ¿hay galletas o algo así?

- um... puedo preguntarle a Narcissa. - Regulus dice de inmediato. - puedo prepararle algo, lo que guste. Um... podría hacer un omelette o hotcakes o...

- me encantan ustedes que saben cocinar. Katherine deberías aprender mas de tu novio. - me sonrojé toda en ese momento. - es tu novio ¿cierto?

- lo es, si. - dije por fin. - um... Regulus y yo estamos saliendo.

- supuse que la razón por la cual usabas su camisa era aquella. - ella levanta ambos hombros y luego hace una pausa para tomar de su café. - o bueno, quizás solo decidieron tener relaciones pero... ¿se están cuidando?

- no quiero hablar de esto ahora. - dije apenada. Más cuando... la respuesta era un "no". - mejor me subiré a bañar y... me pondré mi propia ropa.

- hey pero a ver, antes de que te avergüences y decidas ocultarme esto de tu vida... déjame felicitarlos. - mi mamá dice y abre sus brazos elevándolos emocionada. - que lindo que estén juntos.

LET THE LIGHT IN | REGULUS BLACKWhere stories live. Discover now