The Life of Brooke| Draco Malfoy ❜ೃ

Capitulo 15

Había pasado casi todo lo que restaba del curso en esa investigación, las visitas secretas a los leones no había acabado pues seguían en la búsqueda del saber quien era Nicolas Flamel. Fallaron ese tiempo infinidad de veces y eso a quien más estrenada tenía era a Hermione quien había incrementado sus lecturas ligeras por libros cada vez más gruesos, después de hojear unos libros cada niño decidieron ir a despejar su mente a nada más y nada menos que el gran comedor, comer les haría bien sobre todo a Brooke y a Ron.

- Bien entraré yo primero, los veo después. - Dijo la rubia al resto de niños.

La rubia se situó en su lugar de siempre y después de unos cuantos minutos entró el trío de oro al gran comedor, Hermione y Ron estaban discutiendo mientras Harry se veía un tanto ido de la situación. Ellos se sentaron en su mesa y mientras Ron se servía grandes piezas de pollo, Harry sacó de su bolsillo su colección de tarjetas de ranas de chocolate y comenzó a leer una por una, primero la de Gilderoy Lockhart, después siguió la del fundador de su casa Godric Gryffindor y seguida de esa comenzó a leer la del director, mientras estaba leyendo esa carta se llegó una buena sorpresa. El niño detuvo en seco su lectura.

Su cara se transformó en un gesto de asombro. - Hermione, Ron miren. - Dijo con mucho entusiasmo.

- No puede ser. - Dijo Ron.

- Vayamos a la Biblioteca. - Dijo apresurada la castaña.

- Pero que no ven que estoy comiendo y a Brooke la veo en su mesa muy agusto. - Dijo el pelirrojo con fastidio y llevándose una pieza de pollo a la boca.

- Debes de ordenar tus prioridades. - Le dijo ella.

- Te recomiendo a ti que lo hagas. - Dijo refunfuñando el niño.

- Miren que les parece que terminemos de comer y volvamos a la biblioteca. - Dijo Harry.

- Muy bien Harry, tu si eres considerado.

Mientras Ron decía eso la niña castaña lo miraba de una muy mala manera pero el estaba más preocupado en su pollo.

Los chicos continuaron comiendo, mientras comían prestaban atención a la mesa de la rubia y en un momento captaron como los amigos serpientes de ella iban a platicar con los del equipo de quidditch de su casa. Como pudieron llamaron su atención arrojandole una bola de papel. Con los labios y a señas le indicaron que terminando sus alimentos debían volver una vez más a la biblioteca.

Hermione venia con un gran libro y con un tono de fastidio comenzo a decir. - Que tonta hace días en mi lectura ligera leí esto y no se que tenía en la cabeza pero no recordé. - Tiro el libro en la mesa, aplastando las manos del pequeño Harry.

- ¿Eso es ligero? - Pregunto incredulo el niño pelirrojo.

La castaña se limito a contestar únicamente le lanzó una mirada intimidante, por lo que el pelirrojo solo encojio los hombros y se quedó callado.

- Bien aquí dice que Nicolas Flamel es un alquimista y que el creo la piedra filosofal. - Dijo la niña con asombro, volteando a ver a los demás.

- Eso es entonces lo que hay en el tercer piso. - Dijo la rubia.

- Eso quiere conseguir Snape para Voldemort. - Dijo Harry.

La castaña y el pelirrojo asintieron, mientras la rubia sólo soltó un suspiro, seguía negada a creer que el profesor Snape siguiera sirviendo a Lord Voldemort.

- Deberíamos de ir a visitar a Hagrid. - Sugirió la castaña.

Y así es como iban una ves más a la cabaña de su muy gran amigo Hadrid. En el camino se lo toparon y se pusieron a caminar junto a él hacia su cabaña.