🦋Capítulo 22

1.4K 244 46
                                    

Aria

¡Regalito a mis lectoras favs!🤭😍💕

Gracias por leerme y estar siempre ahí, apoyándome.❤

Recuerden votar, comentar y recomendarme a sus seguidores, eso me ayuda un montón.

¡Las quiero bbys! ❤

❤❤❤❤❤❤❤❤

—Joseph está en casa de los Storwell, sigue en cama y con suerte abre los ojos. Tuvo un accidente cerebro vascular y los médicos creen que no se recuperará en mucho tiempo. Gracias a eso podrás hacer tu vida con normalidad. Ya no tendrás que esconderte y podrás decirle la verdad a quien quieras. Solo debes tener cuidado de no divulgarlo demasiado, recuerda... Joseph sigue vivo y Benjamín Ritch también anda por ahí. —no respondo y sigo trabajando como si Nick no estuviera aquí—. Hablé con tu madre y le dije que ella y Lily están a salvo, aun así, opino que deberían quedarse con las identidades falsas, es mejor prevenir.

Sigo sin responder y Nick suelta un suspiro de frustración.

—¿Dejarás de hablarme para siempre?

—No quiero hablar Nicholas —respondo con la mirada clavada en el dibujo que estoy haciendo, el que cabe destacar, me está quedando fatal.

—Bien, como quieras. Pero debes comer... llevas días sin hacerlo.

Coloca una fuente con frutas y una botella de agua mineral encima del escritorio.

—No tengo hambre.

Llevo dos días encerrada en la oficina de la casa de Nick en Londres. Con suerte he logrado dormir tres horas y no he probado bocado alguno, excluyendo las tres barras de cereales que he comido hasta ahora. No me apetece comer, dormir, salir, caminar, hablar, no me apetece nada. Luego de la conversación que tuve con Alex, entré en un maldito bucle sin salida y he estado atrapada ahí desde que se negó a escuchar mis explicaciones.

Cuando lo seguí por el estacionamiento iba decidida a contarle la verdad, a gritarle que yo no había sido la culpable de su dolor. Lo cual hubiera sido un error, sí, ya que en ese momento no tenía como probarle que lo que le decía era la verdad, y difícilmente Alex se hubiera subido a un auto conmigo para llevarlo las pruebas que demuestran que su abuelo fue el que me obligó a alejarme de él.

Cuando no quiso escucharme y me dijo todas esas cosas que me destrozaron el corazón, no me quedo otra que resignarme y dar dos pasos atrás. Él dejó muy claro que no me quiere en su vida. Todavía piensa que soy una jodida estafadora, señal que realmente jamás me conoció de verdad. Decidió seguir pensando lo peor de mí, sin siquiera detenerse a escucharme. Colocó a Nick como excusa y lo peor es que Nicholas me utilizó como venganza de su tan extraña enemistad. Me lo dio a conocer cuando me besó la comisura de los labios sin mi consentimiento.

—¿Estarás en huelga de hambre hasta que te desmayes?

No respondo, no tengo ganas de hablar con él, es más, no le dirijo la palabra desde que me fui de la clínica. Ese día nuestro plan era que me inmiscuyera allí para saber el estado de Joseph, necesitábamos saber si era un riesgo que yo siguiera en la ciudad. Amelia me había llamado al instante en que se enteró de lo sucedido, sabía que había sido yo la causante del ataque de su suegro y no pudo evitar aliviarse al enterarse de que Joseph no iba a poder hablar durante un tiempo. Una parte de mí estaba feliz por haber logrado parte del plan, sin embargo, la otra estaba furiosa, porque los videos no habían logrado estar más de cinco segundos en la red. No contábamos con los genios informáticos que Joseph y Benjamín tenían a su disposición y al momento de ver tales videos en la red, los eliminaron de inmediato. Nick se enfureció y yo también, eso nos quitaba tiempo y nos generaba más problemas, ya que debíamos volver a idear otro plan para hacer que aquellas imágenes llegaran a todo el mundo.

La oscuridad del Mediodía © (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora