Laika kids stories

Blue eyes

––¿Los ojos azules hacen brujería o cómo?––la voz de Huevo se hizo escuchar por sobre el sonido del shamisen de Kubo

Coraline y Kubo cortaron la conversación que estaban teniendo y se fijaron en el más alto, quien se sentó sobre la cama del japonés para mirarlos

––¿Qué?––preguntó Kubo con el ceño fuertemente fruncido

––¿De que hablas?––le siguió la ojimiel alzando una ceja

Huevo meneó levemente la cabeza, sus labios frunciendose en una especie de puchero, pensando en cómo poner en mejores palabras sus ideas

––¿Qué tienen en común Norman, Agatha y Winnie?––volvió a preguntar

El japonés y la peliazul se miraron entre sí, dudosos, antes de que Kubo volviera a mirar al Trubon con confusión

––¿Los ojos?––soltó una respuesta dudosa, basándose en lo que antes había dicho el ojiverde

Este le apuntó mientras asentía con la cabeza

––¿Y si los ojos azules tienen un hechizo o algo?––

Coraline soltó una risa mientras Kubo sonreía ladino, ambos entre divertidos por la seriedad con la que Huevo hablaba e interesados por lo que pensaba su amigo

––¿En qué te basas?––inquirió la chica

El castaño abrió y cerró la boca, se llevó una mano al mentón y cerró los ojos. Todo bajo la mirada divertida y expectativa de sus dos amigos. Tras unos segundos Huevo abrió los ojos y los miró, sonriendo levemente

––¿Qué es lo primero que se les viene a la mente cuando piensan en sus ojos?––

Kubo abrió su ojos ampliamente, sus mejillas enrojeciendo; mientras Coraline buscaba ocultar su rostro ruborizado mirando a otro lado de la habitación

El japonés sonrío a la vez que empezaba a tamborilear los dedos en el mástil de su shamisen

––Los ojos de Aggie son como el cielo, pero no como el cielo durante el día, es como...como después del atardecer y el cielo empieza a ponerse oscuro, un azul oscuro y brillante––explicó el pelinegro con voz risueña, sus dedos tamborileando con más rapidez en la madera de su instrumento

Huevo lo miró sonriendo enternecido, Coraline lo miraba de reojo, sin poder contener su sonrisa

Kubo miró al castaño con la misma expresión curiosa de antes

––¿Tú qué?––

El Trubon sintió sus mejillas arder, pero sonrío ampliamente antes de responder

––Cuando veo los de Winnie es como ver un fuego azul, es como si brillarán todo el tiempo, como una estrella––dijo con voz suave, suspirando entre palabras como el enamorado que era

––Buena forma de decir que tu novia aveces es intensa––habló Coraline con una sonrisa que tenía cierto tinte burlón

El cual no le duró mucho cuando ambos chicos la miraron con una interrogación burlona. Ella frunció el ceño y se volteó completamente, dándoles la espalda. La chica sintió como unos brazos se envolvían alrededor de sus hombros y sus oídos distinguieron la voz burlona de Kubo

––Vaaamos Cooor...––el japonés arrastró las palabras con mofa––...háblanos de cómo son los ojos de tu zombie boy––

La ojimiel gruñó de manera audible, con la intención de advertirle, pero el pelinegro ni se inmutó. Huevo se les unió abrazando a la chica desde el lado izquierdo

––Dale Cor, ¿que ves en sus ojos?––aunque había cierto tono burlón, Huevo le hablaba con suavidad

La peliazul dejó salir un gruñido más bajo que el anterior, soltó un suspiro pesado mientras sentía su rostro cada vez más cálido mientras pensaba en su respuesta

––Son como el agua, es claro, brillante y transparente, le brillan cada que se ríe––al evocar ese imagen las comisuras de sus labios se estiraron en una suave sonrisa

Kubo y Huevo la miraron con sonrisas suaves y enternecidas, al principio querían bromear, pero no tuvieron corazón al recordar que Coraline no era alguien que hablara de estos temas abiertamente, y que ella les tenía la confianza suficiente para hablar de esto

––Creo que eso afirma mi teoría...––la voz afirmativa de Huevo hizo que los otros dos lo mirarán curiosos––...los ojos azules tienen un hechizo raro...¿será que los tres se pusieron de acuerdo para embrujarnos al mismo tiempo?––preguntó lo último con una expresión confusa y una mano en el mentón

El de parche y la chica se retorcieron en carcajadas por la absurda teoría de su amigo, mientras entre risas les exigía que tomarán con seriedad tan "importante cuestión"