Su novia

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Hoy era mi último día en Francia, durante los últimos dos días no me había cruzado con Alexis, lo cual era extraño ya que ese día nos habíamos visto sin buscarnos y ahora que sabíamos de la existencia del otro no nos habíamos visto ni una sola vez.

Aunque puedo pensar que puede ser mi culpa ya que inconscientemente trato de evitarlo o quizá el también trata de evitarme.

Mis amigas y yo habíamos decidido ir a comer pero hubo un cambio de planes.

-Vamos a estas carreras de autos- dijo suplicante Mariana.
-Pero es estar sentadas bajo el sol demasiado tiempo.- replique con desagrado.
-Solo vamos por un rato, es la anécdota.- hablo Mariana mientras veía a Elizabeth que se encogió de hombros.
-¿Pero aún hay entradas?- Pregunté con la esperanza de que dijera que no.
-De echo...- hizo una pausa mientras buscaba en su teléfono.- Ya los compre.
Nos mostró la pantalla de su celular, lo que nos hizo reír y a mi rodar los ojos, en serio, mis amigas eran imposibles.

Elizabeth  era amante de los autos pero al ser alguien impaciente no soportaba estar sentada esperando a ver a qué hora terminaban de dar las mil vueltas los mismos autos.
En cambio Mariana disfrutaba verla, a pesar de ser pequeñita y que pareciera que no rompía ni un plato disfrutaba ver los accidentes, a veces pienso que es psicopata.
Y yo, ni una ni otra, no me gustaba manejar y no sabía de marcas de autos simples, menos de autos de carreras, pero me gusta explorar nuevas actividades y nada mejor que a lado de mis mejores amigas.

Llegamos al recinto y los asientos que Mariana había comprado eran cerca de la pista, siendo exactos cerca de la salida/meta, lo que hacía que pudiéramos ver más de cerca a los participantes y a una que otra persona que estaba con ellos.

Aún faltaba mucho para que la carrera comenzara, mientras tanto mis amigas y yo bebíamos y comíamos mientras hablábamos de lo que veíamos, hasta que algo o más bien, alguien, había captado mi atención.

En la plataforma de entrevistas estaba un chico con una playera azul, al parecer de un participante de la carrera; una gorra negra y unos lentes oscuros.

No quería dejar que mi mente me engañara, así que lo miré fijamente aprovechando que entre tantas personas no se daría cuenta de que lo estaba observando. Entonces volteo hacia donde yo estaba y lo pude ver bien, si era él, era Alexis.

-¿Que pasó?.- Pregunto Elizabeth.- ¿Que estás viendo?
-No, nada.- hice una seña con mi mano para restarle importancia.
-¿Entonces que mirabas tan fijamente?.- ahora pregunto Mariana.
-Intentaba alcanzar a leer lo que dice esa playera.- mentí.

Y no es que quisiera mentirle a mis amigas, solo que se me había pasado contarles todo lo que había pasado con Alexis.

Ellas sabían que nos habíamos besado, pero lo demás lo desconocían.

De vez en cuando volteaba a ver donde se encontraba Alexis, sabía que de esa forma conocería un poco más de él y cómo se relacionaba con los demás.

Se mostraba alegre y sociable, con los lentes no se notaba pero estaba segura que cada que sonreía sus ojos se cerraban y por un momento sentí envidia de la persona a quien le dedicaba sus sonrisas.

Todo estaba bien hasta que me di cuenta que llego una chica rubia, un poco baja y con el traje de piloto de carreras.
Llegó junto a Alexis y lo abrazó con demasiada fuerza, depositando un beso en su mejilla, todo bien hasta que pude visualizar como ambos se hablaban cerca del oído, sentí recorrer fuego en mi pecho, sabía que eso eran celos e intentaba no darle importancia, pero yo se como se siente que Alexis te hable al oído y es una sensación excitante.

Pero además de eso, lo que me causaba molestia es que al parecer tenía novia, la confianza y cercanía que tenía con aquella rubia no era de una simple amistad, yo, que sabía como era que te engañaran no quería hacerle lo mismo a otra mujer.

Me sentí enojada con el, pero más decepcionada de mi misma, porque había hecho algo tan fuera de lo normal en mi pero inconscientemente le había hecho daño a alguien más, aunque ella no lo supiera.

Volví a mirarlo, se miraba tan contento, como si no hubiera hecho nada malo, mi enojo fue creciendo así que decidí ir al baño para despejarme y no darle explicaciones a mis amigas por el mal humor que me había causado.

Estaba decidido, iba a hacer como si no hubiera pasado nada, nunca conocí a un tal Alexis en Paris.

El tiempo había pasado y la carrera había comenzado, ya se me había olvidado todo el tema de aquel sujeto, por lo que estaba disfrutando el tiempo con mis amigas, hasta que decidí ir al baño y comprar más bebidas.

Durante el camino me choque con alguien, para mi mala fortuna era Alexis, hice como que no lo conocía y seguí caminando pero sentí como me tomo del brazo haciendo que me detuviera y girara a verlo.

-¿Ni siquiera un adiós?.- observe su cara de confusión.
-Perdón, ¿nos conocemos?.- dije en un tono prepotente.
-No pensé que fueras ese tipo de chava.- dijo mientras me soltaba y su rostro reflejaba una cara de decepción.
-¿Disculpa?.- alce una ceja, no creía el cinismo de este tipo.
-Si, el otro día te fuiste sin decir adiós, hasta te robaste una playera mía y ahora haces como si nada hubiera pasado.- dijo sin retirar su mirada de mi rostro.
-Mira, Alexis.- puse mi mano entre ambos marcando un espacio y mirando hacia otro lado.- yo se que lo de la otra noche fue algo casual, pero si hubiera sabido que tenías novia, desde el primer beso no hubiera aceptado nada.
-¿Novia?.- pregunté incrédulo y yo asentí con la cabeza.
-Mira, no tienes porque darme explicaciones.- suspire.- pero solo déjame decirte que eso no es correcto, así que haz como que nunca nos conocimos.

Me giré y comencé a caminar dejándolo plantado ahí pero me detuve al escuchar cómo se empezó a reír fuertemente, lo que hizo que volteara a verlo, no entendía que era lo gracioso.

-Baghera es una amiga.- dijo aún agarrando su estómago de tanto reírse.
-Bueno, existen los amigos con derechos.- encogí mis hombros.
-Es cierto.- Asintió.- pero ella no es de ese tipo.
-¿Entonces?.- pregunté con curiosidad regresando sobre los pasos que ya había dado anteriormente.
-Solo es una gran amiga.- me miro fijamente.- de echo ella tiene una novia.- termino de decir con una sonrisa en sus labios.

Yo sentí como toda mi cara de volvía completamente roja de la vergüenza, sin ser nada le había hecho una escena de celos a Alexis.

Alexis se acercó un poco más a mi, levantó su brazo derecho y acomodo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, al terminar dejo su mano sobre mi mejilla.

-Angie.- habló en un tono bajo.- No mentí cuando dije que era la primera vez que hacía algo como eso.
Lo miré estupefacta sin saber que decirle, así que espere a que el continuara hablando.

-No tengo novia, ni quedante, ni amiga con derechos, ni personas para sexo casual.- me miro fijamente hasta que repentinamente hizo su cabeza hacia atrás.- O acaso de que tú si las tengas.

Me reí Internamente.

-No Alexis, yo tampoco tengo a nadie.- le sonreí.
-Me gustaría cambiar eso.- dijo antes de romper la distancia que quedaba entre nuestros labios.

NOCHES EN PARIS || QUACKITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora