NOCHE EN PARIS

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Después de la muerte de mi madre, Alexis se quedo un tiempo conmigo.

Agradecía el hecho de que estuviera cuidándome y no dejara que cayera en depresión.

Poco a poco nuestra relación volvía a ser lo que era en el pasado, pero sentía que nos amábamos con mucho más intensidad, pero seguía existiendo desconfianza.

A Alexis no le gustaba el hecho de que Héctor siguiera presente en mi vida, pero entendía que ambos habíamos tenido una perdida y pasábamos por un duelo. Héctor siempre sería una persona con la que podría recordar a mamá.

Hace tiempo Héctor y yo hablamos y dijo que quizá su necedad de querer decir "que me amaba", era porque tenía un cariño hacía a mi como de hermana o por todos los recuerdos que habíamos creado juntos, pero un amor pasional ya no existía de ninguna de las dos partes.

Alexis tuvo que regresar a Los Ángeles, se fue y aún no le habíamos puesto titulo a esto que teníamos, nos tratábamos como pareja, pero sentía que ninguno de los dos nos atrevíamos a hablar, probablemente teníamos miedo de romper esta burbuja o que volviéramos a hacer lo que nos hizo terminar.

Los meses pasaron, Alexis y yo seguíamos en contacto y teníamos una exclusividad no hablada, pero sabíamos que ninguno de los dos quería estar con alguien más.

Yo continúe trabajando de manera remota, así que en ocasiones podía ir a verlo a los Ángeles o cuando el venía de visita íbamos a vacacionar a diferentes lados.

Gracias a la vida me iba relativamente mejor a comparación de los ingresos que tenía cuando trabajaba en el corporativo encerrada 12 horas en una oficina, así que cuando Mariana y Elizabeth propusieron ir de nuevo a Paris no lo pensé dos veces.

Le había comentado a Alexis el plan y estaba super encantado en acompañarme, más que nada porque quería ir con él y recordar que ahí fue dónde comenzó nuestra historia, quería aprovechar el momento y decirle que quería que volviéramos intentarlo y que ahora todo sería diferente, pero para nuestra suerte las fechas que habíamos escogido con mis amigas se juntaban con un evento que el había creado del QSMP.

Comento que intentaría alcanzarnos para los últimos días, así que eso era mejor que nada.

El día del gran viaje llego, así que en esta ocasión pudimos disfrutar de más cosas y turistear, algo que no habíamos hecho la primera vez. 

Disfrutamos comiendo en vario restaurantes, así como caminar entre calles de París y hacer una que otra compra en las boutiques.

Una tarde decidimos ir a visitar el Jardín de las Tullerías, era inmenso y demasiado verde. Quede fascinada en cuanto lo vi. Comenzamos a caminar recorriéndolo y admirando las estatuas, cuando me percate que había dejado a mis amigas detrás y las había perdido.

Las llame y me dijeron que estaban por la fuente principal del jardín, así que comencé a caminar hacía allá.

Comenzaba a anochecer así que las luces del jardín se fueron encendiendo poco a poco, haciendo que el lugar pareciera como los que describían en los cuentos de hadas. Los auto parlantes comenzaron a reproducir música clásica, música que te hacía sentir como si fueras el personaje principal de la historia.

Al llegar no las pude ver, de hecho a nadie, el lugar se había quedado completamente solo, comencé a voltear por todos lados pero solo pude ver como los chorros de agua recorrían la fuente de una manera mágica.

Tome mi teléfono para llamarles, pero no respondían, comencé a ponerme algo nerviosa sin saber a donde dirigirme cuando sentí que alguien me tocaba el hombro.

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