Durmiendo juntos

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-Te mentiría si te dijera que no.- respondí mirando hacia el piso.
-¿Pero?.- pregunto mientras tomaba mi rostro con una de sus manos haciendo que volteara a verlo.-Hay un pero, ¿verdad?
-Alexis.- puse mi mano sobre la suya que aún se encontraba en mi mejilla.- Héctor fue mi pareja por 5 años, créeme que quisiera olvidarlo rápidamente, me destrozo y me hizo sentir insuficiente, pero aún le tengo aprecio porque fueron muchos años juntos, crecimos juntos como pareja e individualmente, es una buena persona pero tristemente fallo como pareja y es algo que nunca voy a perdonarle.

Alexis asintió y limpio con su pulgar una lagrima que no pude retener, me sonrió con tristeza y yo hice lo mismo pero no pude contener las lágrimas. Me sentía triste por el hecho de que Alexis estaba arreglando algo que el no había roto.

-Y no.- tome su rostro con ambas manos y lo acerque al mío.- No regresaría con el.

Alexis sonrió y rompió la distancia que había entre nosotros, parecía un beso de alivio, como si estuviera contendiendo muchas cosas dentro de él y quisiera expresarlas sin saber cómo.

Estuvimos un rato besándonos acostados en su sofá, hasta que llegó la hora de cenar algo. Decidimos pedir algo a domicilio y poner una serie que ninguno de los dos había visto, pactamos en que una vez regresara yo a Mexico, la veríamos a distancia mientras hacíamos videollamada.

-Quiero pedirte un favor.- hablo Alexis mientras mirábamos el televisor y yo estaba recargando mi cabeza sobre su hombro mientras el acariciaba mi mano izquierda con su pulgar.
-Lo que quieras, patito.- dije levantando un poco mi cabeza y depositando un pequeño beso en su mandíbula.
-Quédate a dormir.- murmuró y agradecí tener un buen oído.
-Está bien.- dije seriamente y continué viendo la tele.
-¿Es en serio?.- se separó para verme el rostro.
-Tu me lo pediste, así que está bien.- le sonreí.
-Creí que no aceptarías.- admitió con una risa de vergüenza.
-La verdad pensé en pedir que me dejaras dormir aquí, pero no quería verme muy lanzada.- admití un poco avergonzada.
-Para nada, de igual forma si hubieras dicho que no, te hubiera secuestrado.- reí ante su ocurrencia.
-Solo que tendre que ir al hotel por mis cosas, no tengo nada de ropa para dormir y para mi cita de mañana.- dije suspirando, no quería acabar con el momento.
-Te puedo prestar algo de mi ropa ahorita y mañana te puedo llevar temprano al hotel.- propuso abrazándome parecía que el tampoco quería que pausáramos este momento.

Acepte gustosa y continuamos viendo la televisión, prefiero mil veces en quedarme aquí con el que ir a un cuarto de hotel a sentirme incomoda.

Después de un rato ambos comenzamos a sentir sueño así que acordamos ir a dormir, para mi sorpresa Alexis solo tenía una recámara, la otra habitación era de su setup, lo cual no me molestaba, yo quería dormir con el pero no se si el se sentiría cómodo con eso.

-Mira es lo más pequeño que tengo.- dijo mientras me entregaba algo de su ropa para que la pudiera usar para dormir.
-Muchas gracias.- le sonreí y me dirigí al baño para cambiarme.
-Si necesitas algo me avisas, me quedaré en la sala.- voltee a verlo algo divertida.
-Alexis.- hice una pausa y me reí de la situación.- ¿Hablas en serio?
-¿Que es tan gracioso?.- pregunto con una ceja levantada.
-Hemos hecho otras cosas.- me reí y me acerqué a él.- y, ¿ahora no quieres dormir conmigo?.- dije señalándome con mi dedo índice con un tono falso de ofendida.
-No es que no quiera...- hizo una pausa y se rascó la nuca mientras miraba hacia el techo.- es que no quiero ser irrespetuoso.
Esta vez no me pude controlar y reí más fuerte mientras le daba un beso rápido en los labios.
-A mi me puedes faltar el respetó todo lo que quieras.- dije mientras lo miraba divertida a los ojos.
-No digas eso porque te puedo hacer caso.- dijo mientras me tomaba de la cintura.
-Veamos que tan obediente eres.- dije y lo besé.

Después de esa conversación comenzamos a besarnos y el clima de la habitación subió, haciendo que ambos nos faltáramos el respeto.

En ocasiones llegue a escuchar como mi teléfono sonaba porque llamaban pero lo ignoré, con la única persona que me interesaba estar, estaba comiéndome a besos en estos momentos.

Estar con Alexis era una sensación inexplicable, no solo en lo sexual, también cuando no estábamos haciendo nada, con cada mirada con cada beso y cada caricia podía notar todo lo que él sentía por mi y yo quería demostrarlo de igual manera.

Alexis fue al baño lo que me permitió revisar mi celular y darme cuenta que tenía 10 llamadas y varios mensajes de Héctor. Lo cual me hizo suspirar y acordarme de su existencia.

Hector

¿Ya casi vienes?

¿Angelica?

Angelica contesta.

¿Estás bien?

Me preocupa que
no contestes.

Por dios, solo quiero
saber si estás bien.

Estoy bien, dormiré
en otro lado.

-
-

Y en menos de 5 segundos Héctor ya me estaba marcando.

-¿Que quieres?.- respondí un poco molesta.
-¿En donde estás?.- iré por ti.
-Estoy bien.- dije evadiendo su pregunta.
-¿te estás quedando en otro hotel?.- preguntó
-Estoy con alguien.- dije y el se quedó callado.- nos vemos mañana.
Termine la llamada y me di cuenta que Alexis llevaba un tiempo de pie en la puerta del baño.

Dejé el celular a un lado y abrí mis brazos haciéndole referencia a Alexis de que se podía acercar a acostarse.

El se acercó lentamente a mi y quedó recostado sobre mi pecho y yo lo rodeé con mis brazos mientras acariciaba su espalda para que se relajara.

-¿Quieres que te lleve?.- murmuro sobre mi pecho.
-No, no me quiero separar de ti.- dije y el volteo a verme como intentando que reafirmara lo que acababa de decir.- Quiero quedarme contigo, Alexis.

El me me dio un casto y beso y se volvió a acomodar sobre mi pecho. Después de un tiempo ambos nos quedamos dormidos sobre esa posición, y no puedo negar que hace mucho no dormía tan a gusto.

NOCHES EN PARIS || QUACKITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora