Llegamos al antro en el auto de Filis, nos habíamos quedado de ver en el lugar con Osvaldo, Samy y Félix.
Nosotros llegamos antes, dado que ya era un lugar que los chicos frecuentaban nos pasaron a un lugar donde no pudieran ser molestados por personas que quisieran pedir alguna foto.
Habíamos pedido una botella para compartir en lo que llegaban los demás y bailábamos juntos.
En mi caso le estaba mandando mensajes a Alexis sobre nuestro plan de la noche, ya que él saldría con unos amigos a beber.
Ambos nos deseábamos la mejor de las noches junto con el deseo de que estuviéramos a lado del otro para que fuera mucho mejor.
Nos despedimos y acordamos en mantenernos en contacto cuando cada uno ya estuviera en casa.
Los chicos que faltaban habían llegado, nos saludamos y continuamos bailando y hablando entre nosotros.
En ocasiones Ama o Ari grababan historias y las subían a sus redes sin etiquetarme, ya las personas comenzaban a identificarme, sin saber mi nombre, pero me relacionaban con Osvaldo en diferentes sentidos.
Dado a que el ya había aclarado la situación y yo sabía que no era cierto deje de esconderme en sus historias y disfrute con ellos como jóvenes normales.
La noche estaba pasando de manera muy agradable, en varias ocasiones Rivers me daba a fumar de su vape, era mi gusto culposo, cada que salía a tomar necesitaba fumar, lo bueno es que no era algo recurrente.
—Wey, si el Quackity se entera me va a matar.— dijo riéndose mientras le regresaba el vape.
—Cuando me conoció sabía que fumaba.— le dije.
—No haz platicado bien como se conocieron.— dijo mientras llegaba Félix a lado de ella y pasaba su brazo sobre sus hombros.
—Es una historia larga y rara.—. Sonreí mientras recordaba.— se los platicaré en otro momento.
Me despedí con un movimiento de cabeza dejándolos solos, sentía que sobraba ahí e internamente sentía envidia de que ellos podían estar juntos mientras que Alexis y yo estábamos separados por miles de kilómetros.
Me acerqué al lugar donde se encontraba Osvaldo quien estaba solo mientras tomaba de su bebida.
—¿Por qué tan solito?.— dije burlándome de él.
—No mames, solo vienes para espantarme los ligues.— dijo molesto.
—¿Cuales?.— dije observando a mi alrededor en caso de que alguien estuviera cerca.
Se acercó a mi.— No voltees— habló cerca de mi oreja.— ¿Ves a la chava de rojo de allá?.— asentí.— llevamos rato echándonos miraditas, creo que hoy corone.
Me reí fuertemente y lo empujé.
—No vas a lograr nada si no te acercas.— dije mirándolo fijamente.
—Es que está guapa.— aceptó.— pero hay algo que me lo impide.
—¿Que cosa?.— pregunté curiosa mientras el se rascaba la nuca.— Ah, ya entendí.
—Es que no se man.— tomo de su bebida.— es que me gusta pero siento que a ella yo no.
—Te voy a decir algo Osvaldo.— volteo a mirarme.— A Mariana le gustas.— afirmé y el sonrío.— pero si sigues de coqueto con otras ella no te va a tomar en serio.
—Pero es mi personalidad y yo no pedí nacer como un papucho— dijo.— además se tarda un buen en contestarme.
—Es una mujer ocupada.
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NOCHES EN PARIS || QUACKITY
Teen FictionDespués de una ruptura amorosa, Angelica se va de viaje a Paris con sus mejores amigas. En una noche de fiesta conoce a un chico que le mueve los sentimientos que ella juraba encerrar por siempre en lo más profundo de su corazón. Ya que ella pensab...