Habitación de hotel

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Durante el trayecto del ascensor no me atreví a mirarlo, iba a ser la primera vez que lo podía mirar debajo de luz y apreciar su rostro, pero no me sentí valiente.

Quizá lo de nosotros era la oscuridad porque el tampoco dijo nada y ni siquiera sentí su mirada sobre mi, probablemente a los dos nos daba vergüenza lo que había pasado antes.

El elevador se detuvo en el piso de Alexis, lo que hizo que levantara mi mirada del suelo y observara las puertas del ascensor que se habrían, ¿era momento de decirle adiós?

Vi como Alexis camino para salir, no mencionó ni una sola palabra, ni un adiós y eso me hizo sentir ofendida, hasta que se giró hacia mi y me miro fijamente mientras impedía que la a puertas del ascensor se cerraran.

-Se que es atrevido preguntar- hizo una pausa que me puso nerviosa- pero, ¿Quieres continuar en mi habitación?

En ese momento sentí como toda la sangre subía a mi cara por tal pregunta, tanto que no supe en qué momento acepté y nos encontrábamos frente a la puerta de su habitación.

Alexis abrió la puerta y se hizo lado dejándome pasar, no había nada sorprendente, era una habitación igual en la que yo me hospedaba así que ingrese y me quedé de pie entre la puerta y la cama, no sabía hacia donde mirar así que me quedé viendo hacia la entrada del baño.

-Angie...- dijo el acercándose a mi y abrazándome por la espalda mientras posaba su cara en mi cuello junto unos besos que hicieron que mi piel se erizara.

-Alexis...- dije mientras me giraba a verlo sin soltarme de su agarre y posando mis manos alrededor de su cuello.

-Es la primera vez que hago algo como esto- menciono.
-¿Algo como que?- debería asegurarme que fuera el estar con una desconocida y no que está fuera su primera vez.
-Pasar la noche con alguien a quien no conozco.- dijo con una mueca de obviedad que me hizo reír.
-Ya somos dos.- dije mientras le dedicaba una sonrisa, el hizo lo mismo, lo que me hizo sentir tranquila y saber que era una buena opción para algo casual.

Ambos acortamos la distancia que quedaba entre nosotros en un beso lento, sin prisas.
Poco a poco íbamos dando pasos lentos hacia la cama de Alexis sin despegar nuestras bocas hasta quedar acostados en ella, con él encima de mi.

Alexis comenzó a tocar mi cuerpo, comenzando por mi muslo dando leves caricias, mientras que yo tomaba su cara con una de mis manos intentando profundizar cada vez más nuestros besos.

Sentía que mi corazón latía con fuerza, probablemente era por la excitación, la emoción de algo casual, pero en definitiva no era por miedo.

Alexis subió una de sus manos a mi pecho por debajo de la blusa, sentí cómo sonrió para si mismo al notar que no traía brazier, yo no dije nada y continué besándolo mientras buscaba la forma de quitarle su playera.

El juego previo continuó un largo rato, ninguno de los dos tenía prisa de que esto que estaba pasando terminara pronto, nos estábamos deleitando con los besos y el cuerpo del otro.

Después de un par de horas todo había terminado, el sexo casual con Alexis había sido estupendo y quería repetirlo otra vez.

Durante el acto ninguno dijo alguna palabra, lo único que hablaba por nosotros habían sido nuestros gemidos y nuestras miradas que en lugar de mirar hacia otro lado buscábamos con desesperación los ojos del otro.

Se que está mal comparar, pero nunca con Héctor había sentido algo así, ni al principio de nuestra relación.

Nos habíamos quedado acostados sobre la cama viendo a la nada hasta que ambos nos quedamos dormidos.

Al a mañana siguiente pude observarlo mientras dormía; por su rostro tenía varios lunares que parecían ser una constelación, tenía largas pestañas y su cabello era tan negro y lacio que deseaba pasar mis dedos entre el cómo lo
Había hecho anoche.

Suspire fuertemente, tenía que darle fin a esto que había comenzado, no podía darnos falsas esperanzas.

Me levante lentamente de su cama intentando no despertarlo, me cambie rápidamente pero al no encontrar la blusa que llevaba anoche me puse la de el y me fui rápidamente de regreso a mi habitación.

Adiós Alexis, fue un placer haber coincidido contigo.

NOCHES EN PARIS || QUACKITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora