『Lᴀs ᴘᴀsᴛɪʟʟᴀs ʏᴀ ɴᴏ ᴀʏᴜᴅᴀɴ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴇsᴛᴏʏ ᴘᴇɴsᴀɴᴅᴏ ᴇɴ ᴛɪ 』
Tal vez cuando la oscuridad más nubla tu camino puedes ser capaz de encontrar un destino correcto para ti, o tal vez solo puedes hundirte más en la oscuridad.
⚠(Esta es una historia que teng...
Era un día como cualquier otro, el sol iluminaba las calles por las que las personas pasaban, cada una con su propio destino. Leo acababa de llegar a Ciudad de México con un propósito, empezar de cero y dejar en el pasado todo lo que pasó en su cuidad natal.
Leo era una joven bastante llamativa. Su cabello corto y marrón adornado con mechas rojas llegaba a duras penas a sus hombros, sus ojos eran marrones oscuros, casi negros, además de esta adornados con un eyeliner normal no muy llamativo. Tenía algunos piercings en su cara, siendo el más característico su septum. La joven vestía en ese momento una sudadera negra decorada con algunos tribales, unos pantalones negros rotos de los que colgó una cadena plateada y además calzaba unas zapatillas negras comunes. Llevaba algunos collares y anillos plateados y algunas pulseras con pinchos y tachuelas típicas del estilo punk. Era un atuendo bastante tranquilo para lo que solía llevar la chica con su llamativo estilo punk, pero después de todo, había tenido un largo viaje hasta Ciudad de México y lo mejor sería llevar ropa cómoda.
La chica agarró sus maletas y se puso de camino al hotel en el que pasaría algunos días hasta acabar de concretar el lugar donde viviría. Para Leo era todo un reto poder conseguir un sitio donde vivir, no es que ella fuera una persona exigente con lo que quería, el sitio realmente no la importaba mientras fuera habitable, lo difícil estaba en que la gente no iba a darle una casa a una chica de dieciocho años sin estudios, Leo tenía estudios básicos, llegó hasta el instituto de milagro, después de cambiar de instituto varias veces por ciertos motivos, la primera vez que la expulsaron de un instituto fue por hacer graffitis en el baño, sin duda no era una chica con un buen expediente estudiantil. Los propietarios de pisos no veían a una joven de aspecto alternativo, sin estudios y sin ningún tipo de noticia de sus padres una buena candidata para venderla un piso, además de que cuando la preguntaban a que se dedicaba ella solo respondía cosas como "todavía estoy buscando algo..." o "hago algunos trabajos...". Leo no tenía necesidad de mentir sobre si tenía algún trabajo o no, después de todo, las mentiras siempre salen a la luz y el propietario acabaría sabiendo que la chica no tenía ninguna fuente de ingresos estable.
Mientras caminaba por la ciudad con la mirada perdida, escuchando música, llevando una funda de guitarra a la espalda y una maleta con ruedas en una mano, Leo provocaba la mirada de algunos extraños hacía ella, era algo raro para ella, pero no por que la estubieran mirando, ella ya estaba acostumbrada a eso, si no a que las miradas no eran malas, Leo venía de una ciudad pequeña donde estaba acostumbrada a recibir malas miradas de gente, aquí era diferente, todos estaban a lo suyo y casi nadie le prestaba atención a ella, eso era lo que Leo amaba de las ciudades, que a nadie le importaba lo que pasara a su alrededor y que todos estuvieran sumergidos en sus propios pensamientos.
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Leo llegó al hotel, era un pequeño hotel de mala calidad, pero tampoco importaba mucho, era solo algo temporal que acabaría lo antes posible, o eso deseaba Leo. La joven entró a su habitación, dejo su maleta en el suelo y la funda de su guitarra apoyada en la pared para luego tirarse en la cama y dejar su cuerpo descansar, la joven mentiría si dijera que no estaba agotada por el viaje, no estaba muy acostumbrada a los viajes largos y este la había dejado hecha polvo. La chica cerró sus ojos y poco a poco quedó dormida en la cama de la habitación.
