36º-𝗔𝗾𝘂𝗶 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘆

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Daniel, Diego y Jota se encontraban sentados en una mesa del comedor del hotel mientras desayunaban. Los tres hablaban de los próximos ensayos que tendrían antes del concierto  mientras que Jota hablaba con Wakks en su celular para confirmar horarios y dudas. 

-Oye wey, donde está Smoke? -Le preguntó Diego a Jota, el cual despegó su mirada de la pantalla de su celular.

-Yo que sé?

-Pero tu compartes habitación con el

-Ya... Cuando me desperté no estaba, pensé que se había levantado antes que yo

-No recuerdas que durmiera en la habitación contigo?

-No, me dormí rápido...

-No mames...

-Que? Estaba cansado...

Leo abrió los ojos al despertar

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Leo abrió los ojos al despertar. Había sido una de esas noches en las que no podía recordar lo que había soñado. Trató de moverse pero se detuvo al notar unos brazos sobre ella, abrazándola desde detrás. Al mirar los brazos, se dio cuenta de quien era, Smoke. Eran sus brazos llenos de cuidadosos y bonitos tatuajes de arriba a abajo. Poco a poco comenzó a recordar lo que había sucedido la noche anterior, sintiendo como su corazón daba un vuelco al pensar en esas palabras de apoyo que el pelinegro susurró a su oído intentando calmarla. Se volvió a acomodar en los brazos del chico, disfrutando de su calor y sintiendo y tranquila respiración, que indicaba que el seguía dormido. 

Los minutos parecían no pasar en aquel momento, la chica se sentía segura y en paz en los brazos de su amigo y eso la hacía confundirse. Lo que sentía con Smoke era raro, era diferente a lo que sentía con el resto de sus amigos, y por mucho que tratara de pensar de lo contrario, no le veía solo como un amigo. No era del todo normal dormir abrazada a un amigo, y mucho menos normal eran las ocasiones en las que los dos se habían besado. Pero, realmente que eran? La chica tenía miedo, no podía negarlo, la daba miedo amar de nuevo como ya lo había hecho en un pasado, y además, aun que fuera extraño pensarlo, ella nada más tenía dieciocho años, mientras que Smoke tenía veintitrés. Seguía siendo una niña en comparación con el. No era la primera vez que se encontraba en esa situación, después de todo, había pasado lo mismo con su primera pareja,aquel chico del que le habló a Diego una vez. Aquel chico había sido como un ángel para ella, llegó y la sacó del agujero negro en el que estaba tras escapar de casa, el estuvo ahí, fue el primero en estar para ella cuando nadie estuvo. Pero, aun así, por mucho que los sentimientos entre los dos fueran sinceros y hermosos, la diferencia de edad se notaba, aun que con aquel chico solo hubieran sido tres años de diferencia. Entre los dos era visible la diferencia de madurez de una niña de diecisiete y un chico de veinte. El tenía obligaciones, estabilidad, y ella? ella no tenía más que empleos temporales y miedo. Y aun que había pasado tiempo y la chica ya no tenía que preocuparse por el empleo, los miedos seguían ahí, y estaba llena de ellos. Y esta situación, era uno de sus miedos, miedo a amar, a sentir, a verse vulnerable, a volver a sufrir. 

「𝐈𝐓'𝐒 𝐘𝐎𝐔」-𝘚𝘮𝘰𝘬𝘦-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora