『Lᴀs ᴘᴀsᴛɪʟʟᴀs ʏᴀ ɴᴏ ᴀʏᴜᴅᴀɴ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴇsᴛᴏʏ ᴘᴇɴsᴀɴᴅᴏ ᴇɴ ᴛɪ 』
Tal vez cuando la oscuridad más nubla tu camino puedes ser capaz de encontrar un destino correcto para ti, o tal vez solo puedes hundirte más en la oscuridad.
⚠(Esta es una historia que teng...
La casa de Diego no era grande, aun que tampoco era muy pequeña, la sala era mediana, con un televisor y un sofá, una mesa y varias estanterías llenas de cosas, la cocina era un poco pequeña, y en ella había una pequeña mesa para comer. Había solo un baño con una ducha, un váter, y un mueble con un grifo y un gran espejo que ocupaba casi toda la pared, que según Diego, "es perfecto para sacarse fotos bien mamalonas". La habitación de Diego era espaciosa, con una cama grande, una mesa, estanterías llenas de cosas, un armario empotrado, sus guitarras repartidas por distintas partes de la habitación, varios cuadros de grupos como Metallica, el cual es el favorito del chico, y diferentes cosas sin sentido de batman. Y por ultimo, la habitación en la que dormiría la chica, era pequeña, pero era suficiente, tenía una cama no muy grande, una mesilla de noche con una lamparita, un escritorio pequeño y un armario también empotrado, algunas estanterías en la pared, todas vacías y por ultimo, un espejo.
Era una casa acogedora, y no estaba en una parte muy transitada de la ciudad, además según Diego, los vecinos no se quejaban del ruido de las guitarras o de los gritos que pegaban el y la banda cuando iban a la casa. Era una casa con varias ventanas y la luz entraba por ellas iluminándola hasta que se oculte el sol, en el interior había un olor agradable, como a vainilla.
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La chica estaba metida en su cama mirando al techo, Diego la había ayudado a colocar sus cosas, además de llevarla a la habitación un ampli para la guitarra, un Marshall pequeño que Leo había acabado aceptando después de la insistencia del chico. Diego la había dicho que podía decorar la habitación como quisiera, que estuviera como en casa, a veces su amabilidad estresaba a la chica, la abrumaba pensar en todo lo que el chico estaba haciendo por ella y en como podría devolverle el favor en un futuro. Había colocado su guitarra al lado del ampli, en un trípode que el chico la había prestado. La primera noche que había pasado en la casa había sido algo caótica, entre colocarlo todo y que la chica rechazara cualquier tipo de ayuda que la ofreciera Diego hasta que este se hartara y la ayudara igualmente. La cama era cómoda, mucho más que la del hotel, había dormido bien, ese día no había tenido problemas para conciliar el sueño debido al cansancio, no había mirado el teléfono en toda la mañana, y tenía muchos mensajes sin leer, "tal vez debería leerlos ya" ese pensamiento había pasado por la cabeza de la chica varias veces, pero no había movido ni un solo dedo, la daba pereza, simplemente se quedaba mirando al techo, pensando.
Un golpe en la puerta sobresaltó a la chica, y la voz de Diego se escucho del otro lado.
-Me voy al gimnasio, sal ya de tu habitación y haz algo...
Luego de eso, Diego se fue de la casa, al escuchar la puerta principal cerrarse, la chica se levantó de la cama con desgano y salió de la habitación. Fue a la cocina y se preparó un desayuno. En casa de Diego siempre había comida, al menos las veces que había ido, Diego disfrutaba mucho de la comida y los dulces, así que siempre había cosas. Leo sacó un cuenco y en el echó leche y cereal. Se sentó en la mesa de la cocina y comió con tranquilidad, hasta que el sonido de una llamada en su móvil la sacó de sus pensamientos. Fue a la habitación y cogió su móvil que todavía no había mirado en todo el día. Era Jota, sin dudarlo, la chica contestó.
