Todos se sentaron en los sofás de la sala, Diego y Daniel seguían mirando extrañados a aquel chico extraño que Leo acababa de traer. Leo y el se sentaron uno al lado del otro en un sofá, y en el otro los otros dos chicos. Estaban en silencio, sin saber que decir o que hacer, realmente era algo inesperado para todos. Aun así, aquel chico no se sentía incómodo, parecía tranquilo, con una actitud despreocupada.
-Y bueno... Como es que ahora estás en Ciudad de México?
-Preguntó Daniel rompiendo el silencio-Por trabajo
-Y de que trabajas?
-Soy ilustrador, ahorita vine aquí a la Ciudad temporalmente por un proyecto
-Wow, que chido, la ilustración si está bien interesante, y tienes donde quedarte?
-Me iba a quedar en un hotel, igual voy a estar poco tiempo, una semana o dos como mucho
-Y como supiste como encontrar a Leo? -Preguntó Diego un poco seco
-Eso me lo pregunto yo también -Dijo la chica
-Pueees... Solo investigué un poco y... ya -Contestó el castaño quitándole la importancia
Ante esa respuesta, Diego no hizo muy buena cara, parecía que no le estaba gustando mucho el chico, pero estaba tratando de estar calmado y que no se notara, pero Leo no era tonta, y era demasiado observadora, conocía a Diego como a la palma de su mano, y sabía que estaba un poco molesto y no le estaba gustando su amigo.
-Te quedarás a cenar? -Le preguntó Leo a su amigo
-Si me invitas, no tengo nada que hacer
-No tienes nada que hacer o no tienes dinero?
-Dinero si tengo, tu eres la única pendeja que va a la Ciudad sin un peso y sin avisar a nadie
-Yo voy donde me lleva el viento
-Algún día el viento te va a tirar por un pinche precipicio
-Pues me tiro -Dijo la chica, provocando que Daniel la tirara un cojín del sofá- Oww! Y eso por qué?
-Porque estás bien pendeja
-Ah bueno, gracias -Dijo poniéndole mala cara para luego mirar a Diego- Se puede quedar Ale a cenar?
-Oh eh... claro... Hago yo la cena, tu debes de estar cansada del trabajo
Diego se levantó de su sitio sin decir nada más y abandonó la sala, la tensión era menor que cuando Diego estaba, pero aún se sentía como si la pudieran cortar con un cuchillo. Daniel no sabía que decir, el ambiente era raro. No le había caído mal Ale, todo lo contrario, le parecía buena onda, daba unas vibras de perro callejero de esos que se dejan acariciar y que se te acercan para que les des comida pero no ladran a no ser que les moleste. Ale era como eso, un perro callejero recién salido de la calle, igual que Leo cuando la conocieran, sin embargo, Ale parecía más despreocupado, menos a la defensiva.
-Y a ese wey que le pasa? -Preguntó Ale de manera confundida, refiriéndose a Diego
-Juro que normalmente no es tan culo, es solo que no te conoce -Contestó Leo
Daniel observó a Leo y a Ale, que estaban frente a el, y levantó sus hombros en señal de indiferencia mientras sacaba un cigarro. Lo colocó en su boca y habló.
-Diego es como un perro domestico -Leo y Ale le miraron extrañados por la comparación- Está acostumbrado a la gente de siempre, y a su dueña -Dijo señalando a Leo- Pero, si aparece otro perro que el no conoce, y ve que ese otro perro también le tiene cariño a su dueña, siente celos y quiere marcar su territorio
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「𝐈𝐓'𝐒 𝐘𝐎𝐔」-𝘚𝘮𝘰𝘬𝘦-
Fanfic『Lᴀs ᴘᴀsᴛɪʟʟᴀs ʏᴀ ɴᴏ ᴀʏᴜᴅᴀɴ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴇsᴛᴏʏ ᴘᴇɴsᴀɴᴅᴏ ᴇɴ ᴛɪ 』 Tal vez cuando la oscuridad más nubla tu camino puedes ser capaz de encontrar un destino correcto para ti, o tal vez solo puedes hundirte más en la oscuridad. ⚠(Esta es una historia que teng...