Regresamos a la carretera al anochecer.
—¿Es como jugar a la Ouija? —preguntó Cynthia—. ¿Funciona mejor en la noche?
—No exactamente —contestó Nico—. La verdad lo hago ahora por el tiempo, no nos queda mucho. No quisiera que otro ogro gigante nos atacara de pronto.
—¿Ogro gigante? —preguntó asustada.
—Sí, un gigante que vive en los pantanos —dije sarcástico—. Cómo Shrek, pero con ganas de aplastarte y extraer lo gelatinoso de tus ojos.
—La verdad sabe muy bien con pan tostado —bromeó Will.
Eso causó risas colectivas. Los seis seguimos hasta llegar a la colina que estaba antes de llegar al túnel Caldecott. Cuando Nico determinó que el lugar era adecuado, usé mi arma mágica Telum para cavar un agujero más o menos profundo. Will le entregó una de las bolsas y Nico empezó a verter dentro el contenido y a cantar en griego antiguo. Esta no es la primera vez que veía esto, cuando acompañé a Annabeth dentro del Laberinto y encontramos a Nico en la granja de Gerión, también invocó a los muertos porque queríamos hablar con su hermana Bianca di Angelo. Sentí un nudo en el estómago al recordar que en ese momento ambas chicas me habían gustado.
Cuando Nico terminó el cántico los espíritus comenzaron a aparecer. Eran formas neblinosas que titilaban intentando tomar forma humana. Cynthia se asustó y se ocultó detrás de James. Bethany también parecía sorprendida, llevó su mano a la empuñadura de su arma de oro imperial.
—¿Sabes cuál es el correcto? —pregunté a Nico.
Él negó con la cabeza.
—Aunque puedo distinguirlos hasta cierto punto, no sé qué o a quién estoy buscando. Podría ser hombre, mujer o ninguno. Tal vez ni siquiera es un espíritu humano, puede ser algo diferente y esa no es mi jurisdicción como hijo de Hades.
—¿Y qué hago?
—Confía en la Fuerza —dijo Will quién comenzó a brillar como James. (¿Desde cuándo Will puede hacer eso?)
—No es el momento, Will.
—La mayoría de los espíritus aquí son legionarios romanos —explicó Nico—. No hay suficiente para que todos beban. Tendrás que observarlos y mantenerlos a raya.
—¡Nico!
Los espíritus continuaron acercándose. Nico desenvainó su espada negra y los fantasmas retrocedieron.
—Muestren sus espadas —indicó el hijo de Hades—. Los metales mágicos los intimidan temporalmente.
Bethany sacó su hoz y yo extendí a Telum en forma de espada. La vista de las tres hojas hizo que las formas fantasmales retrocedieran un poco.
—¡Date prisa, amigo! —apuró Nico—. Esta solución no es permanente
James y Will se colocaron frente a Cynthia en actitud protectora. Hice lo que pude para escanear a los fantasmas que querían acercarse a beber, pero todos parecían ser iguales. Entonces decidí hacer caso al consejo de Will y usar la Fuerza... bueno, no de esa manera, me refiero a usar mi poder de necromancia para averiguar algo.
Cómo hijo de Marte, los soldados de guerras perdidas me deben obediencia absoluta, aunque admito que jamás he intentado averiguar lo que piensan o sienten. Además, recordé que Nico había dicho que este misterioso espíritu estaba lleno de rencor y odio; si esto era debido a una guerra, en teoría puedo detectarlo. Al menos, eso dice mi parte de Atenea. Cerré los ojos y traté de empatizar con los fantasmas hasta que...
—¡Ahí! —grité—. Ese.
¿Cómo lo supe? No fue gracias a mis poderes sensoriales, sino que aquel espíritu adoptó la forma de un fuego fatuo.
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No es fácil ser un semidiós: Recuperando el honor
FanfictionDos años después de la derrota del Escribano en Londres, Lurygon y Bethany tienen la oportunidad de vivir en paz y cumplir su servicio en la Duodécima Legión. El hijo de Marte cumple una penitencia debido a su fracaso anterior donde cuatro personas...