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Decidí irme con zayn y ese raro Omega prostituto que había adoptado como esposa a su reino de Pakistán. Solo para seguir creando secretos, lo único que hice fue collar con una duquesa que tenía ojos verdes, luego de ver qué todo era lamentablemente igual volví a mi reino.

En total una semana fuera.

Pero al volver todo me sorprendió.

–¿Que le paso a las plantas?

Pregunté seriamente a mi sirviente, se veían verdes y vivas. Habían sirvientes regándolas y hecha diles algo que no veía desde la ventana de mi habitación.

El jardín estaba lleno de color.

–El pintor propuso un sistema de riego y una especie de solución para que la plantas crezcan fuertes.

–¿El sangre sucia?

–Si señor. En su ausencia acomodó toda la cocina, comedores, mando a lustrar los cubiertos y a re acomodar los cuadros.

Mire a mi sirviente, la verdad no me sorprendería eso de su parte.

A esta altura nada.

–¿Donde está el?

–En el pueblo, se pasa las tardes enseñando a niños a leer a niños sin hogar, les cocina pan-

–¿Con las cosas de mi palacio?

Camine por las escaleras del castillo pisando fuerte.

–No, su majestad. El lo hace con las caridades del pueblo.

Salí inmediatamente afuera, estaba muy enojado. No sabía porque estaba así de enojado, pero estaba desbordando de el. Todo mi maldito reino lo amaba.

Cuando planeaba salir lo vi entrar caminando por las grandes puertas del jardín, despidiéndose de todos los niños, que gritaban por el con panes en la mano. Vi como volvía con una sonrisa el muy hijo de outa que me robaba a Mi Pueblo.

–Oh, haz vuelto.

Dice desanimado apenas estuvo más cerca.

Me paso pro un lado sin importarle en lo más mínimo mi presencia.

–¿Quien te crees para hacer y deshacer cosas en mi palacio?

–Me creo una persona con una pizca de humanidad.

Se da vuelta enfrentándome.

Sus rizos lucían más largos, su cuerpo había tomado forma, ya no era horrorosamente delgado.

Hasta lucia un sonrojo.

–Dices llamarte un rey, pero no empatizas con los sentimientos de tu gente, no cuidas ni tu propio jardín, no tienes un orden.

Suelta las palabras con violencia, me era humillante, la última persona que me humilló no vivió para contarlo.

El tenía razón por muchísimo que me costara aceptarlo.

–Sigue jugando a ser rey, nunca serás uno.

–¿Seguro? Los otros reyes no opinan lo mismo.

–Para tu desgracia, el rey Horan tiene omega, y el Rey Malik acaba de coronar a una prostituta llamada Liam.

El sonríe por alguna razón y se da vuelta para seguir caminando.

–¿Y tu porque sonríes?

No responde.

¿Más secretos?

Lo frene a mitad de camino tomándolo con fuerza por los hombros y sacudiéndolo.

–Responde mis malditas preguntas.

–Liam era como mi mejor amigo, estoy feliz por el.

Se liberó de mi agarre y corrió dentro del castillo.

Ese omega estaba volviéndome loco.

🌙

–¿A donde crees que vas?

Lo detengo en mitad de su caminata a la puerta del castillo, iba con su bolso lleno de libros, libros que no me pertenecían entonces no podía decirle nada.

–Voy a leerle historias a los cachorros.

Levanto una ceja.

–Estas todo el tiempo en la calle.

–¿Disculpa?

–Hoy vas a pintarme.

Sus ánimos bajaron notablemente.

–¿Otro retrato para su madre?

–No, sin embargo ese le encanto.

–Pues claro.

Ruedo los ojos ante su egocentrismo. El se creía que podía pasear por por todos lados como si fuera el dueño del mundo y vivir de flojo en mi castillo.

–Hoy viene a visitarme la duquesa Ortiz.

–No sabia que existían tantas duquesas hasta que lo conocí.

Dijo irónicamente, me acerqué a él peligrosamente empujando su pecho con mi dedo.

–Que no se te olvidé el respeto a tu rey, sangre sucia.

–Luces ridiculo cuando te llamas a ti mismo "Rey".

Antes de que pudiera tomarlo por el cuello el camino sin ánimos a las escaleras. Gruñi audiblemente cuando lo vi subir, ese cabron me hacía enojar como nadie jamás lo había hecho.

Tenía un odio profundo hacia esa escoria.

–¿Preparó la pintura o el nombre del bebé ilegítimo?

Abrí los ojos d ele en of ante su comentario.

–¿¡Como te atreves!?

Subí las escaleras tan rápido como pude y estrelle su cuerpo violentamente contra la pared, oí satisfactoriamente como salía todo el oxígeno de sus pulmones mientras presionaba su cuello.

–Me colmas la paciencia, omega asqueroso. Te romperé el cuello con mis propias manos.

Con la cara del color de las cerezas Harry sun así me escupió el rostro y me rasguñó el rostro haciendo que afloje mi agarre para palpar mi rostro.

–¿Que pensaría tu madre de la escoria que tiene de hijo?

–Lo mismo que pensó tu madre cundo te abandonó.

Quedamos frente a frente, ambos mirándonos con los ojos rojos de la furia. Harry con su cuello marcado y yo con el rostro arañado, debía matarlo, podía hacerlo.

–Su majestad.

La chillona voz de la duquesa me hizo voltear. Al verla vi todo lo que la palabra Ruby expresaba, era un vestido enorme acompañado de la omega que iba dentro.

Me voltee para decirle a Harry que espere en la habitación pero el ya había desaparecido.

Maldito Omega.

–Duquesa, benditos los ojos que la ven. Suba por aquí.

–Que original.

Harry solo había vuelto para decirme eso.

–Desaparece de mi vista.

El sonrío burlonamente y se fue.

Pincel rojo [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora