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SOLO SEXO⚠️

Mi celo fue muy doloroso, más que cualquier otro.

Y duro seis días, algo que jamás me había pasado, fue un infierno, pero acababa de salir de mi habitación desesperadamente recordando lo que había pasado con Harry la última noche que nos vimos.

Llevaba una bata blanca con dorado y la total desnudez vistiéndome abajo, Sebastián se alarmo al verme en el pasillo.

–Su majestad, nos tenia a todos preocupados.

–¿Donde esta mi omega?

–Debería hidratar-

–¿Donde esta mi omega?

–En su antigua habitación, no a querido salir, no había con nadie, ni nada.

Camino con rapidez hasta la habitación de Harry abriendo la puerta sin preguntar antes.

Un jarrón vuela por los aires hasta la pared a un lado de mi cabeza.

–Amor, Soy yo.

Harry asoma su cabeza con rizos despeinados por el costado de una cueva de mantas y ropa.

Había hecho un nido.

Mi corazón latió rápido.

–Alfa, lo lamento muchísimo.

–¿Por que lo lamentas omega?

–Soy un idiota, no puedo atenderte en tu celo.

Dice haciendo un puchero y se sumerge en el nido.

–¿Puedo pasar, por favor?

El Omega asiente abrazado a una almohada, todo allí olía a el. Comencé a soltar el mío apenas entré y el lloro más fuerte abrazándose a mi.

–Harry, te dije que te esperaría hasta que estés listo.

–Me iba a doler si pasaba el celo contigo, yo solo...

–Está bien lo que hiciste, no me controlo en mis celos, no debes llorar.

El sorve.

–No quiero volver a pasar ningún celó sin ti, no creo poder. Este dolió muchísimo.

–Omega....

–Yo, necesito dejar de posponer esto, quiero hacerlo, pero no quiero que duela.

Yo parpadee.

–Harry, estás un poco ido ahora.

–Estoy lucido hace un día completo, quiero hacerlo...

–Pero debes, debes tomar un té especial para no embarazarte.

🌙

Harry vuelve de dar clases como toda la semana y va directo a quitarse la ropa entre quejas de lo asqueroso que era ese té. Luego se acurruca a mi lado hablando de lo bonitos que son los niños y todo lo que habían aprendido hoy.

–Sí te gustan los niños y no te gusta el té de omega, deberías dejar de tomarlo y tengamos un cachorro.

El da una carcajada seca.

–¿Ves una marca ahí?

–Amor...

–Bien, entonces ya sabes mi respuesta.

–Entonces deberíamos practicar para cuando queramos crear uno.

Le digo insinuando lo que habíamos estado posponiendo porque Harry se ponía nervioso cada que ambos estábamos desnudos y muy cerca.

Pincel rojo [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora