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No había entendido nada cundo Harry se quedó dormido luego de venirse. Jamás me había pasado esto con otro omega, jamás había hecho algo que no sea anudar con un Omega.

¿Se supone que pasaba esto?

Luego de anudar normalmente se iban, no me gustaba que se quedaran.

Aún así Harry entre mis brazos se sintió como si no tuviera nada más que buscar, todo lo que necesitaba lo tenía entre mis brazos, confiando en mi lo suficiente como para dormir en mi presencia.

Levante sus pantalones pasando de sentirme exitado a sentirme completamente borracho de amor por este omega.

–No me dejarás lavarte, así que te lo pediré cuando estés despierto.

Maldecí para mis adentros al recordar que no había podido verlo bien desde mi posición.

–Harry.

El se restregó en mi cuello con pereza.

–Mh.

–¿Me dejas darte un baño?

El se enderezó con la guardia alta, apuntó de sentirme atacado el cerro los ojos y asintió lento mientras se hundía en mi cuello otra vez.

Lo rodée con mi olor y sentí como quedaba completamente inconsciente.

Lo lleve hasta su habitación desnudándolo, desnudándome y con dificultades metiéndonos en la bañera. Su espalda estaba recostada en mi pecho y su cabeza en mi hombro, dormitante.

No era nada que el no haya visto, no es nada que yo no haya tocado.

Pero a diferencia de todo lo que haya visto, Harry era una galaxia aparte. Quizá es porque lo veo con ojos de completa admiración, pero este omega era lo más hermoso que jamás haya visto.

No se comparaba con ninguna maravilla terrenal.

Lave sus hombros y con mucho cuidado su cabello, el iba despertándose poco a poco hasta que levantó su cabeza un poco confundido.

–¿Que paso?

Me miro confundido y aún más pudoroso cuando vio que estaba desnudo.

–No lo sé, solo te dormiste¿suele pasar eso?

–No me toco fuera de mi celó, no lo sé.

El se orilló del otro lado de la tina, sonrojado cubriendo todo cuanto podía su desnudes.

–Yo... te pregunté si podía darte un baño.

–Si, lo recuerdo. Es solo que respondió mi omega, y yo soy un poco vergonzoso.

–¿Quieres que me vaya?

El niega sonrojado.

–Solo no me mires mucho.

Asentí y lo jale para que quede entre mis piernas, esta vez de frente. Se sentía íntimo verlo sonrojarse desde cerca, no entendía de que se sonrojaba.

Su cuerpo era una maravilla.

Estuvimos unos minutos más hasta que vimos que estábamos arrugados y decidimos salir, yo salí primero, sin nada de pudor, el ya había visto todo.

Lo espere para preguntarle si me dejaba limpiarlo, bastante íntimo y un ámbito muy viejo, pero mi alfa lo necesitaba.

Pero el volvió a sonrojarse.

–¿No sales?

–Estas mirando.

Parpadeo.

–Harry... yo te desnude.

Pincel rojo [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora