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Cinco días después estaba fuera de la puerta de Harry tocando como loco. Me sentía desesperado por que el no tenía ni asomo de contestar, dentro de la casa de escuchaban voces de todas formas.

–Siempre tan oportuno, Harry.

Estaba a punto de irme cuando Leon salió disparado por la puerta bastante enojado.

¿Lo había ayudado con su celo?

–¿Y tu porque vienes a buscarlo? Yo podría amarlo, lo trate bien desde el primer momento.

Me dice enfadado y luego se larga.

Vaya...

Entre aún así y vi a Harry sentado en la mesa jugando con una taza de té entre sus manos. Se veía sin ánimos, no creía que fuera un buen momento para hablar con el, sin embargo se me acababa el tiempo.

Sin embargo apenas me vio sus ojos volvieron a brillar solo un poco.

–Hola, extraño.

–Hola, Harry.

–Leon no paso el celo conmigo, si es lo que piensas.

–Creo que lo ilusionante con ese beso.

El suspira y me invita a sentarme.

–Supongo que vienes a decirme que vas a emparejarte con otro omega.

Me quedé callado, la esperanza de que eso le importara aunque sea un poco vivía dentro mío en ese momento.

–Harry-

–En serio no entiendo este tipo de relación que existe aquí. Solo te dire que... lo aceptaré completamente aunque vaya a dolerme.

Yo tampoco entendía muy bien esta "relación".

Pero si entendía a mi corazón cuando se aceleraba cada que sus ojos verdes viajaban en mi dirección, brillantes pero a la vez tristes.

Resistiendo a cualquier emoción que fuera a querer salir, así como siempre.

–No quiero que escondas nada de lo que sientes, por favor.

–¿Que más da eso? Hubiese preferido recibir la noticia desde afuera antes de que me dejes esta ilusión, yo solo...

–No quiero a esas omegas, vine a buscarte a ti porque quiero que tu seas mi omega.

El levanta la mirada mas que confundido.

–¿Que?

–Se que es raro, porque no expresamos demasiado romancé, pero creo que jamás lograré querer a alguien si no eres tu, eres simplemente maravilloso, más de lo que las palabras pueden expresar.

El sigue callado.

–No te marcare hasta que tú no quieras, solo preséntate como mi pareja oficial y tengamos nuestro tiempo.

–Louis, no se si estoy listo para... Nada de eso.

Escuche como mi corazón se rompía y aún así le di una sonrisa comprensiva.

–Entenderé eso también.

–Yo odio las monarquias, iría en contra de todo lo que soy. No quiero ser un rey.

–Serás... mi compañero.

El niega con los ojos abiertos.

Estaba asustado.

–No-no puedo, yo...

–Está bien, oye, está bien.

Sostengo su mano y el no parece estar relajado.

Pincel rojo [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora