BORED {One piece}

1. De favores

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Aclaraciones previas:
•Au Donceles
•El ship principal es MarcoxAce
•Voy a cambiar las edades:
   •Ace: 24
   •Marco: 35
•Aquí Marco tendrá un hijo, él será padre soltero, más adelante en la historia se explicará el porqué.
•Las imágenes que ponga al inicio de los capítulos no me pertenecen.

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Ace no despierta con la mejor actitud esa mañana.

Últimamente no despierta de ánimo ninguna mañana.

Ace está aburrido. Aburrido como el infierno.

Se sienta frente al computador, el documento apenas tiene tres párrafos y ya se siente vacío de ideas, nada entretenido se le viene a la mente. El café ya está frío después de más de una hora sobre el escritorio, el cabello lo tiene más rebelde y despeinado de lo normal; culpa de pasarte las manos a través de éste debido a la frustración.

Apunto de estrellar su cabeza contra el teclado, su teléfono suena con un timbre que solamente le causa más irritación. Sin muchas ganas responde, dando paso a qué la voz de su mejor amigo suene por la bocina.

—Ace, necesito un favor.

Aquellas palabras captan inmediatamente la atención del pecoso, quien se extraña ante la actitud de Deuce.

—¿Está todo bien? ¿Qué necesitas? —preguntá, preocupado.

Ace conoce muy bien a Deuce, tanto como para saber que al peliazul no tiene gran inclinación por pedir favores.

—No puedo, no sé en qué momento pensé que ser maestro sería divertido, yo creí que me darían niños más grandes, pero no, el desempleado, o sea yo, acepto la primera oferta que le hicieron y ahora tiene a más de dos docenas de bebés a su cuidado —dice con la voz desesperada, Ace podría jurar que su amigo está pasándose la mano por la cara frustrado—. Me especialice en niños más grandes, no en unos que incluso quieren que les cante. Por favor, Ace, tú cuidaste a tus hermanos, debes saber más cosas que yo, alguna canción, un cuento, una película, qué sé yo, pero por favor ven lo...

Deuce deja de hablar al teléfono, pero Ace escucha el llanto de un niño al fondo y como éste trata de tranquilizarlo.

—Voy para allá —dice sin objetar.

Realmente no tiene nada más que hacer, así que decide ser un buen amigo e ir al rescate de Deuce.

Agradece al hábito de tomar un baño por las mañanas, al menos sólo tiene que cambiarse la ropa por algo más decente de la pijama que le regaló su hermano.

Toma su cartera y una chaqueta antes de salir de su hogar horriblemente vacío. Desde que su hermanito Luffy se fue a recorrer el mundo con sus amigos parece que el sol no ha vuelto a salir para él. Jamás lo diría, pero Ace estaba tan acostumbrado a cuidar de Luffy que sentir que le faltaba una parte de si mismo, y no era para menos.

El pecoso era el hermano mayor de tres, había estado disgustado al inicio, cuando Sabo tomaba su brazo para tener equilibrio, cuando Luffy comenzó a exigir abrazos diarios y a todas horas.

Sí, ahora estaba bastante sólo.

Trato de apresurarse hacia la dirección que Deuce le mando por mensaje. Cuando vio la cara de alivio del nuevo maestro, sonrió tratando de contagiar su tranquilidad.

Al acercarse y quedar frente al otro tuvo que forzar su sonrisa ante el panorama, sí, era verdad cuando Deuce le dijo que no estaba en sus mejores condiciones, las ojeras en sus ojos, el cabello despeinado, la ropa sucia.