13. De imprevistos

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Si era honesto; quería golpear algo o a alguien. Cómo sea, sólo quería desahorgase.

Gritar, pelear, patalear.

Llorar.

Cualquier cosa que le ayudará a deshacerse del cúmulo de emociones que amenazaban su espléndido día.

Sentía su estómago hundirse al mismo tiempo que un nudo se asentaba en su garganta. Sus manos se hicieron puños a sus costados. La mirada gélida de sus ojos, dijo en dirección a dónde la camioneta gris de Garp conducía por la calle.

-Ace, entremos a casa -Una mano cubrió la suya.

Sabo, su hermano menor había elegido ser el foco de atención de Garp hace un momento, defendiendólo de otra acusación más.

Concentrado en respirar para calmar su mal humor, Ace volvió a notar la presencia de Marco y Dai.

Oh Dios. Habría dado cualquier cosa para no hacerlos ver aquella escena.

-Marco, yo... es que... -las palabras no lograban salir de su boca, angustiado ante la imagen que le dió al rubio.

-Lamento que hayan tenido que presenciar está condición. No volverá a pasar. ¿Les gustaría pasar a tomar algo? No quisiera que se marcharán con preocupación -Sabo, como el rubio inteligente y astuto que era, supo decir las palabras indicadas para la situación.

Aún lado del rubio, Ace se mantuvo callado, volteando una vez más en la dirección que tomo Garp.

Sabo y Roger le contaron como el viejo de mierda estaba intentando volver a acercarse a él, pero ahora, con lo que acaba de hacer... Ace lo dudaba mucho.

-As, ¿estás triste? -la dulce voz de Dai lo saco de su ensoñación una vez más.

-No, claro que no. Nuestro día ha sido muy bonito como para estar triste, ¿qué tal si pasamos a casa por un poco de yogurt?

-¿Podemos pasar, papi? -el menor le pregunto a Marco.

-Claro-yoi. Nos aseguraremos de que Ace este bien.

Ace supo al instante que tanto Deuce cómo Roger, quienes se habrían quedado más temprano en casa, ahora ya no se encontraban presentes.

A pesar de que la idea fue de Ace. Sabo termino sirviendo el Yogurt, hubiera preferido helado, pero su hermano estaba cambiando un poco sus compras.

Los cuatro se sentaron en la sala. Las manos de Ace moviéndose nerviosamente ante toda la situación.

Notando aquel gesto ansioso, Marco tomo una de las manos de Ace para entrelazar sus dedos.

-Dejame presentarme adecuadamente. Soy Sabo, hermano menor de Ace. Es un placer conocerte, Marco. Mi hermano ha hablado maravillas de ti.

Un lindo tono rojizo se apoderó de las mejillas de Ace, quien de mantuvo en silencio sin negar aquella verdad, observando cómo su hermano extendía una mano que Marco acepto en un apretón amistoso.

-Marco. No sabía que vivías con Ace-yoi.

Los únicos en hablar eran los rubios de mayor edad.

BORED {One piece}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora