4. De desacuerdos

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Ace quisiera decir que no se había acercado más a Dai.

Sin embargo; se había acercado más a Dai.

Pero no podían culparlo de ello, no cuando el niño era tan adorable que le daban ganas de acariciar sus lindas mejillas mientras duerme.

Tampoco porque Dai era el primero en acercarse al pecoso, pedirle que lo cargue y seguir haciendo más dibujos. A veces agregaba más figuras, cómo su padre Marco y su abuelo. Pero principalmente eran Ace y Dai los protagonistas de los dibujos del niño.

Claro que Ace trataba de darle atención a todos los niños, esperando que Deuce tomara su ejemplo y aprendiera con calma.

Aunque ahora sus interacciones con el grupo eran mayormente en compañía de Dai, tomaba la mano del niño, lo cargaba sobre su espalda o como a un bebé.

Incluso habían almorzado juntos con Dai sobre el regazo de Ace.

Deuce por otro lado parecía tener la situación bajo control, casi. A pesar de que al inicio la mayoría de niños lloraba ahora solo cuatro o menos lo hacían, le aliviaba saber que era porque extrañaban a sus padres y no porqué el fuera un mal maestro.

Con el apoyo del pecoso aprendió las maneras más tranquilas de hablarle a los niños, de consolarlos y controlarlos de manera positiva.

Por lo menos la mayoría de los niños ya le hacían caso. Y le convenía que Dai se mantuviera feliz con Ace, así ya no le haría preguntas existenciales.

—Joven Deuce. ¿Le gusta ser maestro? ¿Por qué? Mi papá es doctor, pero a veces lo veo molesto. ¿Usted se molesta ser maestro? ¿Los adultos se molestan más que los niños? ¿Le gusta su vida siendo adulto? ¿No le gustaría volver a ser un niño?

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Deuce ante el recuerdo. Prefiero sacudir su cabeza antes de seguir sobre pensando y llorar.

Suspiro con alivio al asegurarse de que Dai seguía concentrado en su dibujo a un lado de Ace. Ese niño dibujaba mucho, aunque no eran los mejores retratos del mundo, creía que tenían mucha más lógica y diseños que muchos de sus otros alumnos.

Claro que eso jamás lo diría. Mucho menos después de leer su expediente. Después de haber leído todo sobre todos sus alumnos, cayó en cuenta de que Dai era el único que sólo contaba con su padre, no venía ninguna información sobre una madre y otro padre doncel. En el registro de personas que contaban con gafete para recoger al niño estaba su padre, dos de sus tíos y su abuelo. Todo de la familia paterna.

Si era sincero le preocupaba un poco que el niño se apegara tanto a Ace al punto de verlo como la figura materna que le faltaba y que al momento en que Deuce ya pudiera controlar su salón de clases, Ace se fuera; ocasionando una herida en el corazón del pequeño rubio.

Trago saliva, pensando en nuevas estrategias de hacer que Dai pudiera convivir más con los otros niños.

Lamentablemente no se le ocurría nada.

Deuce pensaba que todo sería más fácil si sus alumnos fueran más grandes como pensó que lo serían en un principio. Después de esta noche, Deuce se juro aplacarse a buscar más estrategias de aprendizaje para sus alumnos bebés.

BORED {One piece}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora