21. De integrarse

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⏅ Advertencia ⏅

Mención de problemas emocionales.

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Cuando la mayoría de las personas se han ido de la casa es Ace, es cuando el menor de los hermanos da por terminada la fiesta.

Trafalgar finge irse, pero más bien se cuela a la habitación de su, tal vez, novio.

Lucci se despide de Sabo con un beso que le promete el cielo y las estrellas, según el rubio. O tal vez está exagerando por estar enamorándose.

Marco se fue a casa de su padre con su hermano Thatch. Para buena suerte del castaño; Izo había llevado su auto y se iría con Deuce. Al menos no tenía que verlo con alguien más.

Zoro se fue tan rápido como pudo. Aunque el plan de Sanji era el mismo, Thatch le había obligado a buscar al policía, el peliverde ya no se encontraba en el lugar. Por lo que Sanji se excuso con ello para irse por fin.

Los últimos en irse fueron el resto de los Sombrero de Paja. Quienes limpiaron y recogieron basura que pudo haber quedado tirada. Agradeciendo a Ace y Luffy por dejar que la fiesta se hiciera en su casa.

La más feliz era Vivi, quien cargaba una gran caja llena de dinero y otras cosas de valor. Nami se abstuvo de meter su mano a aquella caja sólo porque era para una buena causa y por ser la recaudación de Vivi.

La noche de Ace transcurrió más tranquila y maravillosa al ser acompañada por más de un beso de Marco.

A pesar de ese buen humor, no favoreció completamente a los dos hermanos menores de Ace.

Luffy recibió un regaño, y después burlas por parte de Law. 

Al menos la noche termino de la mejor forma en que pudo terminar, y cuando Ace yacia acostado con su pijama en la cama y abrazando su almohada se permitio recordar los suaves y amoroso besos que había compartido con Marco. De sólo pensar en ello hacia que sus mejillas pecosas se sonrojaran cada vez, la sonrisa en su rostro no podía desaparecer ni siquiera cuando Ace pegaba su rostro a una de sus almohadas. Estaba tan feliz que todo el mundo en la fiesta lo noto. 

—¿Entonces ya puedo decir que, oficialmente, soy abuelo? —le preguntó Roger por la mañana del día siguiente. 

Ace frunció el ceño. 

—¿De que hablas, viejo?

—Anoche vi como esa piña que tienes por novio se la paso pegado a ti todo el tiempo —contó, mientras se acomodaba en su lugar. Estaban desayunando los cinco; Sabo, Luffy, Law (que fue arrastrado al desayuno por el menor), Roger y el mismo Ace—. Y vi como se miraban. Esa no es una mirada que se le de a cualquiera, mocoso. Lo que también me sorprende es que estos tres se ven igual de tontos y enamorados. 

Luffy soltó una risita baja. 

—Yo podría apostar a que en menos de un año Marco le propondrá matrimonio a Ace —dijo Sabo. 

Ace se ahogó con su café. 

Luffy dejó de reír. 

—Tal vez debí amenazarlo más —susurró para si mismo. Por suerte sólo Sabo lo escucho y ocultó una sonrisa divertida detrás de su taza de café. 

—¿Qué te hace pensar que Marco me pediría casarnos en menos de un año?

—Porque llevan saliendo un mes y parece que han estado juntos por años; te confía totalmente a su hijo; te ha presentado a sus hermanos; incluso se quedo cuando Garp vino e hizo un escandalo; además de haber soportado a Luffy por más de cinco minutos. 

BORED {One piece}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora