5. De impresiones

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Marco no esperaba ser llamado para una operación de emergencia. No era su principal rama de trabajo porque requería de mucho tiempo e imprevistos, aunque fue uno de sus sueños mientras estaba en la universidad y pudo conseguirlo en sus primeros años laborales, tuvo que tomar otros deberes cuando Dai llego a su vida y las cosas no iban como habían planeado.

Había hecho varías operaciones, programadas claro. Pero cuando eran urgentes tenía la seguridad de que Dai estaba con su padre.

Ahora sólo sentía que el preescolar de Dai le causaba más problemas que ventajas a Marco. Sabía que era esencial para el desarrollo de su bebé, aprendería a convivir, socializar, hacer amigos. Se repetía a sí mismo aquellas cosas para que su frustración no le ganara por la falta de tiempo.

Faltaba poco para su salida cuando lo llamaron de urgencias. Apenas había tenido tiempo de llamar a Oyaji y pedirle que recogiera a Dai. Sabía que tardaría, pero al menos estaría seguro de que su bebé estaría bien.

Aparte de llegar agotado a casa de Oyaji, la culpa volví a comerlo por dentro. Debería pedirle ayuda a alguno de sus hermanos, o contratar a una niñera. De alguna manera tenía que asegurar a su hijo. Todo era tan difícil estando solo...

-Tenemos que hablar, Marco.

Desde la sala su padre Edward Newgate lo esperaba, con la televisión apagado, la mayoría de las lámparas con una luz tenue pero suficiente para la habitación, su hijo durmiendo con la cabeza en su regazo.

Su espalda tocó el respaldar del sofá en cuanto Oyaji le dejo a su niño en brazos.

La verdad es que en ese momento agradecía el sueño pesado de su hijo, al menos evito que escuchará como su abuelo le daba un gran sermón a su papá.

Las palabras de Oyaji se quedaron muy presentes en el corazón de Marco.

«El joven Deuce fue quien decidió hablar conmigo. Está preocupado y yo también.»

«Dai necesita más atención, es pequeño pero consiente de su entorno, Marco.»

«Sé mejor que nadie lo difícil que es ser padre. Más si estás solo.»

«Tal vez deberías mudarte de regreso aquí.»

«Podemos buscar una niñera de ser necesario, pero preferiría que mi nieto este conmigo y no con un extraño.»

«Debes procurar más a Dai, es más importante que tú trabajo.»

«Dai sólo nos tiene a nosotros.»

«En algún momento la ausencia de su madre lo hará sentir solo.»

«No deja de hablar de ese mocoso descarado, Ace, creo que era su nombre. Pensé que era su amigo, no otro maestro, ese mocoso creia que no era mi nieto.»

Marco acariciaba los mechones rubios de su bebé, disfrutando la suavidad de éstos, sintiendo la respiración ligera sobre su pecho, la calidez de su hijo.

Había convencido a su padre de que mejoraría respecto a su paternidad. Conseguiría una niñera de ser necesario pero ahora no quería hacerlo. Replantearía su horario laboral y pasaría más tiempo con su hijo. Además de hablar con el joven Deuce para saber que podía mejorar respecto a la educación de Dai, saber si se le dificultaba socializar o si ya tenía algún problema en la escuela.

BORED {One piece}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora