18. De declaraciones

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—¿Tú eres Marco? —la voz del joven pelinegro de inmediato le dió un extraño presentimiento a Marco.

No malo.

Sólo extraño...

—Así es-yoi, vengo a recoger a Ace.

El niño, porque para Marco el mocoso que lo veía con ganas de matarlo era un niño, lo mantuvo al borde de la puerta sin invitarlo a pasar y con sus ojos oscuros viéndolo fijamente.

—Ace aún no está listo —le dijo, la voz fría y filosa como picos de hielo—. Pero déjame decirte algo, piña, si algo le pasa a mi hermano voy a hacer que te arrepientas de haber respirado a su lado porque te voy a romper tod...

—¿Luffy, quién es? Escuché el timbre —la voz de Ace se escuchó por el fondo del pasillo, además de algunas pisadas.

Marco miro sobre el hombre del tal Luffy, quedando boquiabierto con la vista que le recibía.

Ace se había esmerado más de lo normal en buscar un lindo conjunto de ropa, no sabía que tan formal o no sería la cena con Marco así que eligió algo intermedio. Un pantalón liso de color gris, un blazer del mismo gris claro pero en las mangas tenía detalles en forma de llamas de un tono más oscuro, su cabello estaba peinado de forma casual y llevaba un pendiente en la oreja derecha, también llevaba un collar de plata que combinaba muy bien con los anillos de sus dedos.

—¡Marco! —lo llamó con una sonrisa—. Pasa un momento me falta algo más, pero en menos de cinco minutos estaré listo —explicó el pecoso—. Lu, déjalo pasar e invitale algo de bebé, ¡ya vuelvo! —Tan pronto como llego se fue, Marco no se podía imaginar que más podría faltarle a Ace si ya se veía más que perfecto y precioso.

El más bajito, abrió la puerta y se hizo a un lado aún viéndolo con helada violencia.

Marco camino hasta donde sabía estaba la bonita sala de Ace y se sentó.

Luffy por supuesto no le invito algo de beber como Ace le había pedido. En su lugar tenía los brazos cruzados sobre el pecho y la cara sería.

—Lo que te dije allá afuera es en serio —retomó el tema—. Como le hagas algo a As voy a hacer que sufras las consecuencias para siempre.

El cuerpo de Luffy era pequeño, delgado, bajito. Físicamente no se veía como una gran amenazada. Pero algo en sus instintos le hicieron saber que debería confiar en la palabra de su, aún no, cuñado.

Ciertamente había algo tenebroso en la vibra que emanaba del pelinegro, sus manos estaban en puños, sus hombros tensos al igual que su espalda. Tenía un sombrero de paja cayendo en su espalda.

Nuevas pisadas se escucharon y aquello fue la señal para que Luffy se sentará en el sillón más largo y tomará una postura más relajada, sus ojos fijos en él ahora mostraban curiosidad y su boca formó una línea curva delicada.

Un mocoso curioso, decía su expresión.

Marco casi se ahoga. ¿Acaso ese mocoso era actor? ¿O cómo es que cambio sus emociones tan rápido?

—Estoy listo, lamento hacerte esperar, Marco —habló Ace. Apoyando una mano sobre el hombro del doctor—. Ya que estas aquí quiero presentarte a mi hermano menor Luffy, a Sabo ya lo conoces, pero Lu es el más pequeño de los tres —cuenta el pecoso, avanzo unos pasos hasta estar cerca del menor y le revolvió el cabello con cariño, hasta que se percato de un detalle—. Oye, Lu ¿no le serviste algo a Marco?

BORED {One piece}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora