Déjà vu [JeffTa]

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| Ta |

― ¿A dónde vas, cariño?

La voz de mi madre me detuvo a mitad de camino, así que me giré y le sonreí.

―El tío Ran me llamó. Al parecer Us tuvo una emergencia médica así que me pidió cubrirlo.

Mi madre fue hasta mí y posó sus manos en mis mejillas para luego pellizcarlas.

Hacía eso todo el tiempo.

―Mi hermoso milagro, ¿hasta cuándo vas a trabajar en esa cafetería? Le he dicho a Ran un millón de veces que te corra.

― ¡Mamá!

Ella se echó a reír.

―Deberías enfocarte en la universidad y en tus notas, cielo.

―Mis notas son las mejores, mamá, no he descuidado la universidad en ningún momento y me gusta pasar mis tiempos libres en la cafetería, tal vez abra una en unos años, ¿lo imaginas? Sería un ingreso extra que tendría y la haría tipo vintage, estaría llena de plantitas y libros.

―Yo te apoyo en lo que sea, mi vida... ―sonrió y besó mi frente―. ¿Llevas tus medicinas?

Asentí y sonreí.

―Te amo, mamá.

―Te amo, mi amor. Avísame apenas llegues y también cuando vuelvas a casa, y también avísame si Us está bien.

―Claro, mamá, nos vemos luego.

Me despedí de ella y fui directo a la parada del bus.

El día estaba precioso. Hacía una brisa fresca y el cálido sol no era abrumador, todo lo contrario.

Me agaché a tomar una flor en un arbusto cercano y la llevé hasta mi oreja.

Al llegar a la cafetería fui directamente a la parte trasera. Mi tío estaba preparando pedidos y yo me apresuré a colocarme mi uniforme.

Lo ayudé con un par de órdenes y luego tomé mi celular para escribirle a Us cuando el boleo disminuyó.

Ta:

[ ¿Todo está bien? ¿Estás enfermo o algo?]

Su respuesta no tardó en llegar.

Us:

[Mi madre se cayó. Estamos en Urgencias con mi padre, tal vez sea un esguince, pero me asustó mucho.]

Ta:

[Mierda, espero que no sea nada grave, y tranquilo que yo te cubro en la cafetería (^-^) ]

Us:

[Te debo una, gracias (⌒‐⌒) ]

Ta:

[Ojalá la tía Nom se recupere, le mando saludes y toda la energía, cuídate también tú, en Urgencias hay virus de todo tipo.]

Us:

[Tengo mi tapabocas, tranquilo, ojalá hoy no haya mucho boleo.]

― ¿Te pago por hablar por celular? ―escuché la voz de mi tío detrás de mí y guardé mi teléfono de inmediato.

―De hecho, no me pagas.