ANTES
| Jeff |
| ... |
― ¿Cuándo vas a escribirme una canción? Nunca lo has hecho.
Levanté el rostro hacia Barcode. Estaba observándome afinar la guitarra.
―Algún día.
― ¿Tus padres saben que tienes este estudio aquí...? ―apoyó su cabeza en el brazo del sofá, mirándome―. Estoy seguro de que no.
― ¿Vas a ir corriendo a decirles?
Barcode hizo un mohín.
―No he dicho eso, pero creo que tienen razón...
― ¿En qué?
―La música te distrae mucho. ¿No tienes casos?
Suspiré.
―Mi contrato en el bufete en el que trabajo ahora es de medio tiempo y mis clientes son limitados. ―volví la vista a la guitarra, con un nudo en la garganta―. Me da tiempo de hacer otras cosas...
―Sé que piensas que están en tu contra, pero yo creo que simplemente quieren lo mejor para ti..., no creo que la música te lleve muy lejos, ¿no deberías enfocarte en la abogacía?
Sentí una presión en mi pecho.
― ¿Qué tiene de malo tener hobbies?
―Nada, cuando no se interponen en el resto de tu vida.
―M-Me gusta tocar música, me relaja, me hace sentir bien... ―murmuré.
―Y no digo que no, solo que hay otras cosas más importantes, ¿olvidas lo que tu padre te dijo? Puedes entrar a trabajar con él en el bufete, ¿no es emocionante?
Llevo toda la vida conociendo a Barcode. Es el hijo de una de las mejores amigos de mi madre. Tiene dieciocho años y realmente nunca lo vi con otros ojos. Además de que es casi diez años menor que yo, somos muy diferentes, así que en realidad nunca contemplé que él y yo congeniáramos lo suficiente como para tener una relación.
Yo salía mucho, me iba de fiesta, tenía mucho sexo, muchas citas y al final del día Barcode era quien escuchaba esas historias y me regañaba, porque según él, debía madurar y sentar cabeza, enfocarme en la carrera y encontrar a alguien que compartiera conmigo mi vida. Se la pasaba diciéndome que para tener veintiséis, actuaba como un puberto sin sentido de la realidad.
Sin embargo, el día de su cumpleaños dieciocho pasó algo muy extraño.
Se embriagó hasta las trancas en casa de un amigo y tenía miedo del regaño que le darían sus padres al llegar, así que fui por él y convencí a sus padres de que lo dejaran quedarse conmigo, de que habíamos estado festejando su cumpleaños y que lo devolvería sano y salvo al día siguiente.
Evidentemente me creyeron, ¿por qué iba a mentirles después de todo?
No sé cómo pasó.
Estábamos en mi sofá, charlando luego de que se le bajara un poco la borrachera y de repente... me besó. Fue fugaz y en cuanto se separó, me pidió disculpas, diciendo que ni siquiera sabía porque lo había hecho.
Y yo tampoco sabía porque hice lo siguiente, pero fui yo quien luego de eso lo besó a él.
Tuvimos sexo y al día siguiente... no podíamos ni mirarnos a la cara de la vergüenza.
No sabía qué pensar o sentir.
Lo disfruté, mucho, pero se trataba de Barcode. Crecimos juntos, éramos amigos, él mucho menor que yo, era casi gracioso de pensar.
¿Estaba loco o qué?
Pero... ambos nos dijimos: ¿por qué no intentarlo...?
Aparentemente ambos nos gustábamos y... nadie tenía que saberlo...
Siempre vi a Barcode como alguien muy maduro.
Muy centrado.
Muy determinado.
Y con un carácter muy intenso.
De hecho, es como si tuviera toda su vida planeada. Sabe lo que quiere y también cómo conseguirlo.
Pensar en esas cosas me hacía sentir menos culpable con respecto a que lo nuestro tal vez ni siquiera tenía sentido.
Pensar en eso era una manera de excusarme, porque la realidad era que no estaba bien estar juntos.
― ¿Qué tanto piensas...?
Sacudí levemente mi cabeza.
―Nada.
― ¿Estás molesto conmigo?
― ¿Tengo razón para estarlo?
―No respondas una pregunta con otra, y tampoco seas sarcástico.
―Tú no seas hipócrita.
― ¿Disculpa?
― ¿Quieres que te escriba una canción y luego me dices que me concentre en la abogacía que la música no me llevará a nada? ―repliqué, con molestia―. Decídete de una buena vez.
―Intento apoyarte, pero quiero que también seas realista, Jeff.
―No he dejado de ser realista en ningún momento, Barcode. Sé que jamás podría dedicarme a la música, ¿tiene algo de malo aun así tocar la puta guitarra de vez en cuando?
―No me veas como tu enemigo, yo lo único que quiero es que no pierdas el rumbo ni el foco...
¿Por qué nada de lo que hago termina de complacer a todos?
Cuando empezamos a salir... Barcode era como mi refugio y creía que en ese amigo que nunca contemplé como algo más, había terminado encontrando mi persona ideal. Aquel que me conocía bien, aquel que no me generaba ningún tipo de incertidumbre porque no había ni un solo aspecto suyo que no conociera, aquel que, aunque diferente, se sentía familiar..., pero terminó sintiéndose muy extraño, terminé sintiéndome muy solo.
Nuestra relación es secreta porque sus padres no saben que él es gay. Los míos, aunque lo sospechan, tampoco han recibido ninguna confirmación de mi boca.
Él me decía que eventualmente se los diría, solamente que debía prepararse psicológicamente para eso y que, aun así, no había ninguna prisa. Sabía que en el fondo estaba asustado por la reacción de sus padres no tanto hacia su orientación, si no a que la relación fuera conmigo ya que evidentemente soy mucho mayor.
En realidad, a mí nunca me importó. Después de todo, entre menos supieran mis padres de mi vida privada, mejor y si Barcode se sentía cómodo sin decirle a los suyos, ¿qué más daba?
Aun así, en ocasiones quería tener a alguien con quien hablar de mis emociones y de la montaña rusa que a veces significaba estar con Barcode, pero la verdad es que tampoco tenía amigos cercanos.
Suspiré y dejé la guitarra a un lado.
Me levanté para ir por agua, pero Barcode me lo impidió, yendo hasta mí y sentándose en mi regazo. Escondió su rostro en mi cuello y me abrazó.
―No te molestes, solo...
―No pasa nada. ―lo interrumpí, acariciando su espalda―. T-Tienes razón, no debo perder el foco...
―That's my boy. ―levantó el rostro hacia mí y depositó un corto beso en mis labios―. ¿Preparamos pollo en salsa picante? Amo el picante.
Asentí.
Yo prefiero la salsa de champiñones, pero no es la primera vez que termino haciendo lo que otros quieren.
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Déjà vu [JeffTa]
Romance~ 🌸 ~ Ta vive cada día con alegría, sonríe con ganas, ríe con fuerza y siente cada segundo como un regalo. Jeff parece haber perdido el rumbo y llega a un camino que conduce a Ta. Ahora que sus vidas se han enlazado arbitrariamente, ¿qué les depara...