Déjà vu [JeffTa]

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🌸Actualización hoy porque salí de vacaciones y estoy feliz, si comentan mucho les subo otro🌸

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ANTES

| Jeff |

Cuando miro a Ta, siento que todo en mi vida cobra sentido.

No importa todo el tiempo que sentí que me ahogaba, porque él sin saberlo me rescató.

Con su sonrisa es capaz de desvanecer cualquier duda que sienta acerca de si hice lo correcto al acercarme, porque la verdad es que no me arrepiento de nada.

Nunca me había sentido así.

Es hermoso.

Su sonrisa y sus ojos brillan más que cualquier otra cosa.

Está recostado en mi sillón, porque se quedó dormido luego de estudiar.

Dejé a un lado los papeles que estaba leyendo y me acerqué hasta él. Me senté en el suelo cruzando mis piernas y acaricié su rostro con mis dedos. No puedo quitarle los ojos de encima.

En serio, es hermoso.

Tiene la piel más tersa del mundo.

Los ojos más bonitos.

Los labios más bonitos.

Los lunares más bonitos.

Todo en él... es lo más bonito.

Suspiré, mirándolo y pensando en todo lo ocurrido recientemente.

Primero, el enorme susto que me hizo pasar cuando lo llevé a emergencias, y luego, mi madre apareciéndose en mi departamento.

Lo último que imaginé era que podía visitarme.

Me sentía tenso y preocupado.

En mi familia nunca supieron de mi relación con Barcode, excepto mi padre... porque en una ocasión nos descubrió besándonos... y no le agradó en lo absoluto.

Eventualmente, con el tiempo dejó de preocuparme lo que mi familia pudiera pensar acerca de mi vida privada, romántica y sexual, así que, en una ocasión durante una cena tiempo después, no faltó el comentario burlesco por parte de uno de mis tíos sobre si tenía novia o si había salido homosexual.

Ni siquiera me molesté en negarlo y creo que eso fue suficiente no solo para que entendieran que, en efecto, soy gay, sino que me importa muy poco su opinión al respecto.

El problema no era llevar un novio a casa.

El problema era que supieran... quién es ese novio.

Bajo ninguna circunstancia podían saber que Ta había recibido el corazón de Barcode.

Cuando murió... sus padres terminaron vendiendo su negocio automotriz y se fueron del país.

Perder a su único hijo fue un golpe muy duro. Se distanciaron de todos e incluso mi madre intenta constantemente saber de ellos, después de todo, eran amigos muy cercanos, pero la verdad es que incluso parece que la tierra se los ha tragado.

Cuando Ta abrió los ojos lentamente, no pude evitar sonreír.

―Hola... ―murmuró, somnoliento.

―Hi there...

― ¿Cuánto llevas ahí...?

―Un buen rato.

―Vas a desgastarme de tanto que me miras. ―talló sus ojos.

―No es mi culpa, eres muy lindo.

Ta sonrió y se abrazó a mí, jalándome con él sobre en el sillón.

Me rodeó con sus piernas y escondió su rostro en mi cuello.

―Eres mi lugar favorito en todo el universo... ―murmuró.

Sonreí y besé su cabeza.

―Y tú eres el mío...

― ¿Crees que algún día podamos ir a Estados Unidos...? ―me preguntó de repente luego de un largo rato en el que estuvimos en silencio abrazados.

Mi corazón se aceleró.

― ¿Te gustaría que fuéramos juntos...?

Ta asintió, escondiéndose en mi pecho.

―Podríamos visitar Times Square, y el Paseo de la Fama, y la Estatua de la Libertad..., podríamos recorrer todo el país...

Sonreí, acariciando su cabello.

―Vayamos cuando inicien las vacaciones, ¿sí?

― ¡¿De verdad?! ―levantó su cabeza y me miró con una sonrisa.

―Sí. Así de paso festejamos tu cumpleaños.

Ta frunció el ceño.

― ¿Cómo sabes que mi cumpleaños es en vacaciones...?

―Tu mamá me lo dijo.

―Oish. ―bufó―. No es justo, no tienes derecho de saberlo porque tú me ocultaste el tuyo.

―No te lo oculté, simplemente omití esa información.

Ta me golpeó el hombro.

―Es lo mismo, tonto.

―Es que mi cumpleaños no me gusta...

― ¿Por qué? ―hizo un puchero―. Los cumpleaños son literalmente el mejor día del año. Es tu día.

―Nunca me ha parecido gran cosa... ―murmuré.

El recuerdo de mi cumpleaños veintisiete llegó a mi cabeza.

Fue el día en que Barcode murió.

―Pues yo haré que te gusten. De verdad. ―Ta besó cortamente mis labios.

Sonreí, acariciando sus mejillas.

¿Por qué es tan hermoso...?

―Me gustas tanto, en serio...

―Yo te gano, porque tú me gustas mucho más. Me encantas, de hecho. ―sonrió, besándome de nuevo.

Llevó sus manos a la parte trasera de mi cabeza y me tomó del cabello, arrancándome un jadeo.

Ta no tiene que hacer mucho para excitarme.

Su sola existencia me pone caliente.

― ¿Más que las malteadas y las donas...? ―murmuré en sus labios.

Mi novio sonrió, asintiendo.

―Mucho más que las malteadas y las donas...

Volví a besarlo, metiendo suavemente mi lengua en su boca y Ta jadeó con fuerza, apretándose contra mí.

Tengo todo lo que quiero y necesito con él.

Él me salvó.