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| Ta |

Cooper lleva unos días actuando muy raro.

Ya ni siquiera me mira ni me dirige la palabra en clases, a menos que sea necesario.

Se va inmediatamente luego de que las clases terminan y me sentía muy extrañado, la verdad. Él es prácticamente el único amigo que tengo en la universidad. Usualmente tomamos algún batido en la cafetería e incluso almorzamos juntos cuando tenemos un hueco entre clases, pero ahora se desaparece de repente.

Me apresuré para alcanzarlo cuando acabó la clase.

―Hey, espera. ―lo tomé la muñeca y le sonreí―. ¿Cómo estás?

―Bien.

― ¿Todo en orden? Casi no hablamos estos días, ¿todo bien? ¿Ya iniciaste el proyecto para la clase de Cortometraje?

― ¿Y ese interés?

Fruncí el ceño.

― ¿De qué hablas...?

― ¿No deberías estar con tu novio o algo así?

―Okay..., ¿por qué me hablas así? ¿Te hice enojar por algo o...?

―Estoy ocupado, ¿okay? Nos vemos luego.

―Alto ahí. ―volví a tomar su muñeca―. ¿Estás molesto conmigo por algo? ¿Hice algo mal?

―No, Ta, no has hecho nada, ese es el punto, nunca notaste nada.

―Cooper...

―En serio que no te entiendo, creía que estaba dándote las señales adecuadas y que era evidente, pero definitivamente nunca viste nada y creo que es porque en realidad nunca quisiste verlo...

La cabeza comenzó a darme vueltas. No entendía nada de lo que decía.

―Cooper..., intento entender, pero...

Mi amigo bufó, con molestia.

―Déjalo así. Yo nunca tuve una oportunidad de todos modos.

Cooper se alejó rápidamente y yo me quedé estático, sin saber siquiera que había pasado.

| ... |

Mi novio ha tenido una mañana muy ajetreada. Ni siquiera ha tenido tiempo de almorzar, así que antes de ir a la cafetería, le compré un almuerzo cerca de la universidad y me encontraba subiendo el ascensor del edificio del bufete. Va a encantarle lo que le compré. Además, no puede trabajar sin nada en el estómago o le dará una gastritis.

Mi novio...

Mi hermoso novio...

No pude evitar sonreír al recordar lo ocurrido hace dos noches...

Nosotros... hicimos el amor...

Dios mío, que nadie me despierte de este sueño...

Cada segundo fue mágico y está tan clavado en mi piel y en mi corazón... que recordarlo me hace sentir el hombre más afortunado de todos.

En cuanto las puertas se abrieron, quedé boquiabierto.

La oficina era impresionante.

Lujosa.

Enorme.

Me acerqué nervioso a recepción y una joven me sonrió cálidamente.

―Bienvenido a Panawat & Asociados, ¿tiene cita con uno de nuestros abogados?

Déjà vu [JeffTa]Where stories live. Discover now