El día había llegado con las nubes cubriendo el cielo.
No eran días lluviosos, pero todo parecía que sería de ese modo.
El frío que se mezclaba con la humedad se podía sentir el doble, más aún cuando no hay calidez en su interior.
Sus ánimos se sienten gélidos y lo único que hace JiMin es observar a través de su ventana dudando de si es buena idea asistir a la escuela o no.
Hoy es su cumpleaños.
Por lo regular, sus amigos lo felicitan a la media noche, pero eso no se sucedió. Se durmió a las dos de la mañana aun con la esperanza de recibir una llamada o mínimo un mensaje.
Pero no llegó nada.
Lleva un buen rato despierto y sólo puede pensar y pensar. Su madre, de pronto, entra a su habitación con un pequeño pastel (como ya es costumbre) y su padre entra con la cámara fotográfica para capturar el momento exacto cuando el orgullo de su vida apague las diecinueve velas.
Y así fue.
JiMin finge una sonrisa y sus ojos se cristalizan porque, pese a todo y con esa carga tan pesada que lleva, siente calidez. Las personas más importantes en su vida son sus padres y si ellos no olvidan su cumpleaños es más que suficiente. Pero no puede evitar sentir ese vacío en su interior, porque es más complicado de lo que puede enfrentar. No es alguien que se considere débil, pero hoy no tiene fuerzas para mucho.
Después de que sus papás lo dejaron solo en su habitación, volvió a recostarse en la cama, aun debatiéndose en su interior si era mejor pasar su cumpleaños en casa o en la escuela. Había optado por la primera opción después de varios minutos y estaba a punto de envolverse en sus cobijas cuando su celular sonó con un nuevo mensaje; pensaba que era de quienes esperó desde la media noche, pero la sorpresa fue aún mejor.
El corazón de JiMin casi se sale de su lugar y soltó su celular sin estar muy consciente cuando cayó al suelo. Tardó varios segundos en reaccionar hasta que volvió a cogerlo entre sus manitos temblorosas. Definitivamente no esperaba este mensaje. No esperaba que JungKook recordara su cumpleaños. Esto era mil veces mejor que cualquier cosa, incluso mejor que el pastel de cumpleaños que su madre le preparó. Que JungKook le haya mandado una felicitación desde temprano antes de entrar a la escuela es algo que siempre quedará grabado en su memoria, porque en este momento donde parece que se ha quedado sin amigos, ahí está él, quien no lo ha dejado solo e insiste con esos pequeños detalles que lo confunden, pero que el encantan, porque tiene el increíble poder de llenar sus vacíos y de ser la cereza del pastel que necesitaba el día de hoy.
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Little JiMin & The Heartbreak Prince (Kookmin)
FanfictionLos días en la escuela eran bastante normales para Park JiMin. Tenía buenos amigos, buenas notas y muchas ganas de descubrir el mundo, aunque no su vocación. Pero en su último año todo eso cambia; de pronto sus amigos le dan la espalda y dejan de ha...